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“Dios mide nuestras aflicciones por nuestras necesidades” es una de las frases más evocadas de San Juan Crisóstomo, quien es recordado en el calendario cristiano cada 13 de septiembre. Este santo es de gran importancia para la comunidad universitaria de LUZ porque durante más de 14 años la Parroquia Personal Universitaria ha llevado su nombre y se ha inspirado en su obra para desarrollar una pastoral al servicio de la Ciencia y la Cultura.
La palabra Crisóstomo significa “boca de oro”, así fue llamado por los fieles debido a su indiscutible capacidad para la oratoria. Se convirtió en uno de los padres de la doctrina social del catolicismo, por lo que es conocido también como el doctor de la Iglesia y patrono de todos los predicadores del mundo.
Hoy, aunque nuestra Parroquia también honra el nombre de San Juan Pablo II con gran orgullo, los universitarios aprovechamos la maravillosa oportunidad de celebrar la fiesta de San Juan Crisóstomo porque consagró su vida a proclamar y defender los valores de la cristiandad y denunció las injusticias en tiempos de crispaciones.
Su vida y su obra son un ejemplo a seguir para todos los universitarios, principalmente, porque al igual que él, podemos trabajar y superar las adversidades de este tiempo con trabajo y fe. Siempre exaltó la capacidad que tiene el hombre de surgir en medio de las acechanzas de sus enemigos.
Al interpretar sus palabras en estos tiempos, sin duda se puede concluir que los principales enemigos de los venezolanos y de los universitarios en particular, son la desesperanza y la pérdida de fe.
Llenemos nuestro corazón del gozo que proclamó San Juan Crisóstomo y levantémonos como una comunidad trabajadora, dispuesta a seguir cosechando frutos de excelencia y sembrando la esperanza en cada rincón de Venezuela.