San Sebastián nos demuestra que el mundo aprende más con el ejemplo de los ciudadanos valiosos que dan incluso lo que no tienen por un mundo mejor. Los ideales cristianos son los que más están en consonancia con los democráticos
Los marabinos celebramos hoy el día de nuestro patrono San Sebastián, cuyo mensaje no deja de llenarme de esperanza y fortaleza, aún en los tiempos más adversos que vivimos.
El ejemplo de fe y de lealtad a sus ideales y valores es motivo de inspiración para quienes creemos en un futuro mejor y más justo, en consonancia con las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo.
Quienes nos hemos formado en la Universidad del Zulia y hemos recorrido sus pasillos, tenemos la convicción de que cada dificultad trae consigo un aprendizaje, y de hecho nos hace más fuertes. Pero además de eso, San Sebastián nos demuestra que el mundo aprende más con el ejemplo de los ciudadanos valiosos que dan incluso lo que no tienen por un mundo mejor.
Los ideales cristianos son los que más están en consonancia con los democráticos, por el respeto intrínseco a la opinión ajena, el confeso amor al prójimo, a la verdad y a la humanidad, cualidad que no debemos perder incluso en los momentos más difíciles.
Son los valores democráticos, el amor al trabajo y al conocimiento las cualidades que definen a nuestra comunidad universitaria conformada por profesores, empleados, obreros, estudiantes y egresados; hombres y mujeres de bien.
Por eso, toda causa noble y justa siempre es buena razón para dar más allá de lo que hubiésemos podido imaginar, porque hasta los sacrificios como el de San Sebastián son los que perduran a través del tiempo y los corazones de miles de generaciones, volviéndose dignos de admirar y replicar.
Que Dios bendiga a Venezuela y a la Universidad del Zulia, a toda su historia y a su comunidad. Cada reto supone un aprendizaje que siempre debemos llevar a la acción con amor al prójimo y a los ideales por medio de los cuales tantos hermanos supieron dar el ejemplo, e incluso dieron su vida, como el patrono de nuestra querida Maracaibo.