Conmemoran 25 años de la muerte de monseñor Castellanos

El martes 20 de octubre se conmemoraron los 25 años del fallecimiento del padre Castellanos, quien fue el único sacerdote en Venezuela y Latinoamérica en servir como párroco durante 45 años en un mismo templo. Tiempo en el cual brindó apoyo y solidaridad a la emblemática parroquia de Santa Lucía

“Lo recordamos precisamente porque ahora es que necesitamos hombres como él”, fueron las palabras del padre José Severyn, párroco actual de la iglesia de Santa Lucía, en medio del funeral solemne en honor a monseñor José Luis Castellanos Ortiz, párroco, pastor y constructor del templo. 

El martes 20 de octubre se conmemoraron los 25 años del fallecimiento del padre Castellanos, quien fue el único sacerdote en Venezuela y Latinoamérica en servir como párroco durante 45 años en un mismo templo. Tiempo en el cual brindó apoyo y solidaridad a la emblemática parroquia de Santa Lucía. 

Por ello realizaron un funeral solemne con el fin de recordarlo como aquel joven que hacia el año 1935 recaudó el dinero pidiendo “limosna” a la gente para levantar lo que fue su sueño: una iglesia donde la comunidad pudiera congregarse. 

Severyn comentó que le pareció oportuno hacer el funeral para recordarlo, ya que en la situación actual del país necesitan seguir el ejemplo de gente  generosa y entregada al servicio de la gente. Aseguró que en sus 48 años de servicio eclesiástico, menciona todos los días a monseñor Castellanos, siendo una figura importante en su crecimiento.

Funeral solemne

Dos hombres servidores de la iglesia custodiaron la fotografía de un joven monseñor Castellanos durante la misa solemne. 

Amigos de toda la vida del padre Castellanos acudieron a las 6.00 de la tarde para ser partes del acto honorario. Personalidades del Gobierno regional, como Billy Gasca, secretario de Gobierno, acudió en representación del gobernador, así como el secretario de Cultura, Giovanny Villalobos.         

Gasca aseguró estar complacido de haber asistido a Santa Lucía, “Monseñor Castellano es una referencia en esta zona y un guía espiritual para todos nosotros y para el sentir zuliano”.    

Los restos del padre reposan en la iglesia, en una fosa cavada por los mismos feligreses. Una placa identifica y recuerda a quien se mantiene en los corazones de los fieles que lo conocieron y hasta el sol de hoy siguen su ejemplo.

Anécdota

Amigos de monseñor Castellanos relataron una anécdota cerca de su muerte. Teniendo una avanzada edad sufrió un quebranto de salud que lo llevó a estar en peligro de muerte, por lo que la Alcaldía ordenó hacer su fosa en la iglesia. Comentaron que en ese proceso el párroco estuvo en plan de “amanece y no amanece. Amanece y no amanece”, hasta que un día se recuperó. Entre risas comentaron que tras su recuperación se paró cerca de las personas que estaban cavando la fosa y se mofó de ellos diciendo: “Les dejé el hueco hecho”. Poco tiempo después recayó en su enfermedad y falleció.

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