Hay una disputa política ligada a las mafias que operan en el municipio por el cargo de la jefatura de la comandancia, aseguraron fuentes ligadas al ayuntamiento
Luego del terror sembrado en las filas del Cuerpo de Bomberos del municipio Santa Rita, tras el tiroteo a la receptoría a inicio de mes, unos 40 oficiales de los 46 que formaban parte de la nómina, presentaron su carta de renuncia. Desde las últimos dos días solo cuatro hombres cubren las guardias para atender los casos de emergencias que se puedan presentarse en la localidad.
Las llamadas son incesantes. Amenazan a oficiales rasos y a los de alto rango. La solicitud es la misma: dejar sin jefe al cuartel. El coronel Henry Uzcategui, comandante y exjefe de la paramunicipal renunció tres días después del tiroteo. Su cargo lo asumieron otros tres mayores, y uno a uno fue abandonando el puesto por la misma razón. “Los llaman y le dicen que se vayan del cuartel. Los amenazan de muerte y le dicen donde vive y que le van a matar a la familia”, dijo un oficial bajo el anonimato por temor.
El resto de los oficiales, incluyendo los de administración y mantenimiento, se fueron para resguardar su vida. “El cuartel está solo. Nadie quiere ir porque nos llaman y nos dicen que nos van a matar a todos. Dicen que harán una masacre. En caso de alguna emergencia no hay cómo responder. Hasta cuándo tendrán esto bajo la mesa. Necesitamos que nos ayuden”, aseguró el rescatista.
El problema tiene tinte político. Una fuente del ligada al ayuntamiento aseguró que la disputa es por quién ocupa el cargo de jefe dentro de la institución. “Esto está ligado con las altas mafias que operan en el municipio para meterle miedo a los efectivos. Hay tres concejales de la Cámara municipal que están pidiendo el cargo para sus camaradas, pero el alcalde no lo acepta y por eso la están agarrando con los Bomberos”.
Son cerca de 55 mil habitantes del municipio Santa Rita los afectados por esta situación. Aunado al mal estado de la infraestructura y las carencias del parque automotor y de emergencias del cuartel, ahora se suma la falta de oficiales paramédicos y especialistas en extinción de fuego para cubrir las necesidades de la población. Los servicios de traslado de heridos y atenciones primarias están inoperativos. Nadie responde. Su participación en el operativo por la Semana Mayor quedó en cero.