"Mi sobrina me dijo sorprendida que había una muñeca colgada con un mecate en el cuarto de su tía", narró Robert Sabrir, yerno de la occisa.
Marisela Josefina Urdaneta (53) decidió terminar con su vida al ahorcarse en una habitación de su residencia, en la avenida 95 del barrio Libertador, este miércoles a las 9.00 de la mañana. El cuerpo lo halló su sobrina de cuatro años. La infante entró al dormitorio y vio un bulto colgado, pendiendo de una soga.
"Mi sobrina me dijo sorprendida que había una muñeca colgada con un mecate en el cuarto de su tía", narró Robert Sabrir, yerno de la occisa. Los familiares, al escuchar tal exclamación, corrieron hasta la recámara de Urdaneta, la descolgaron y la trasladaron inmediatamente hasta el Ambulatorio de Plateja, donde ingresó sin signos vitales.
Se conoció que la dama, antes de su deceso, estaba conversando con una amiga cristiana evangélica. Ellas se despidieron y Urdaneta se encerró en su alcoba. Parientes de la fallecida presumen que la causa de su suicidio fue por una depresión adquirida, luego de la muerte de un hijo. "Ya Marisela había intentado suicidarse dos veces", recordó Sabrir. Urdaneta era la tercera de 16 hermanos, estaba casada y dejó una hija. Laboraba como manicurista.