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Jesús “Chúo” Torrealba, es exsecretario de la Mesa de la Unida Democrática (MUD). Su trayectoria como delegado de la alianza opositora lo perfila en su análisis sobre el acontecer político nacional. Tras los resultados de las elecciones regionales del 15 de octubre, La Verdad le consultó sobre su diagnóstico del proceso comicial, esto ante las denuncias de fraude de oriundos y figuras internacionales que refutan que el oficialismo, con 80 por ciento de rechazo según encuestas, haya obtenido 18 de las 23 gobernaciones.
Expresa que la oposición siempre estuvo consciente de las irregularidades de los comicios, pero que optaron por participar para tratar de vencer las “trampas” o demostrar la ilegitimidad del gobierno nacional y del Poder Electoral.
Afirma que el oficialismo actuó con fraude, pero que la Unidad cometió sus errores, al no actuar con estrategia, ni con la contundencia necesaria para defender el voto.
La oposición denuncia fraude del gobierno en las elecciones del 15 de octubre. ¿Usted cree en los resultados?
El proceso presentó un conjunto de severas carencias en cuanto a la normalidad democrática. Hubo ventajismo por uso desmesurado de los recursos e instituciones públicas en favor de los candidatos oficialistas, y fundamentalmente por una conducta que rozó lo delincuencial. Hay un antes, un durante y un después del 15 de octubre. Antes, fue la no sustitución de candidatos y la reubicación de centros. Eso confundió al elector. Durante, hay evidencia física de cómo el órgano electoral se prestó para hacer forjamiento de actas. Eso es gravísimo. Hoy, gracias al trabajo de Andrés Velásquez y su equipo en Bolívar, ya no es una presunción, sino una denuncia firme con documentos en mano. A esto agrego que la conducta de la oposición no fue homogénea. No actuó en todos los casos con la misma contundencia de Laidy Gómez, Alfredo Díaz, Juan Pablo Guanipa, Ramón Guevara, Antonio Barreto y Andrés Velásquez, que hicieron lo que tenían que hacer para vencer el fraude. También tenemos el caso de Henry Falcón y Alejandro Feo La Cruz que hicieron todo lo que estuvo en su poder en materia de defensa del voto y pudieron constatar que sus adversarios tuvieron la victoria, y así lo reconocieron responsablemente. Está Andrés Velásquez que enfrentó al adversario, lo derrotó, lo robaron, y su trabajo de defensa del voto demostró el robo. Lamentablemente no todos actuaron igual. Hubo un resultado de un gobierno obtenido de manera fraudulenta y una conducta opositora que no tuvo en todos los casos la misma calidad para enfrentar, derrotar o denunciar el fraude”.
¿O sea que el gobierno mostró números que no obtuvo en el proceso?
Eso es lo que está demostrando Andrés Velásquez. Muestra una diferencia numérica entre las actas elaboradas por las maquinas con las firmas de los testigos y la información cargada por el CNE.
¿Cuál fue el error de la Unidad ante estos resultados?
Hay errores de naturaleza multifactorial. Hay voceros que dicen que la responsabilidad pública de lo ocurrido es el fraude, y luego hablan del fraude genérico, de la trampa sistemática, de las condiciones. A quienes piensan así, quiero decirles que ese fraude lo conocíamos y que se decidió participar en elecciones para lograr dos objetivos concretos. Uno, tratar de vencer a pesar del fraude. Dos, si venciendo al fraude, nos robaban de todas maneras, tener en las manos los elementos para desmantelarlo y de esa forma, deslegitimar no solo al gobierno, sino al sistema electoral. Eso lo hicieron unos cuantos candidatos, pero no la Unidad en su conjunto. El seis de diciembre de 2015 obtuvimos la victoria más importante de la historia política electoral de Venezuela en las peores condiciones, pero la oposición no siguió por ese camino. Se impuso una desesperación aventurera. Clamaron por salidas rápidas como el revocatorio. Cuando el gobierno violentó ese derecho, en vez de tener una propuesta estratégica, hablaron de juicio, de abandono de cargo y de marchar a Miraflores. Los venezolanos estuvieron cuatro meses en una auténtica sangría; 130 jóvenes murieron a manos de la represión. Dijeron a los venezolanos que la puerta era la calle, parar la Constituyente y salir del régimen. Llegamos al 30 de julio y se demostró que ambas cosas eran mentiras. El país que protesta, el que dejó su sangre sobre el asfalto, no se siente expresado en la oferta electoral opositora, porque creyó que la calle era la salida, no las regionales. Esta falla estratégica condujo a esta situación. Lo que ocurrió el 15 de octubre es que Maduro llevó hasta las urnas al 20 o 25 por ciento que lo respalda, pero la oposición, no llevó al 70 o 75 por ciento que está descontento con el gobierno.
¿Fue un error de la oposición participar en un proceso sin garantías electorales?
No. Nunca es un error participar en un proceso en dictadura. Las elecciones en dictadura siempre se dan en términos no equitativos, incluso en el marco de la represión y la persecución, pero siempre son una ocasión para desafiar a la dictadura y avanzar en la conquista hacia la democracia. El error es no hacer el trabajo. El error es haber participado y no haberle cumplido al pueblo en algo tan básico como es la defensa del voto. Había que participar, pero hacerlo bien y eso no se hizo en todas partes. Velásquez acaba de demostrar que en un estado selvático tenían testigos hasta en el último rincón.
Según usted se demostró la ilegitimidad del gobierno, ¿Qué hacer ahora?
Está planteado que la sociedad democrática haga una profunda revisión de lo que ha hecho hasta ahora. Interrogarnos cómo y por qué permitimos que nuestra dirección política actuara de manera tan errática sin haberle impuesto controles a este accionar para encauzarlo en la dirección correcta. La MUD tiene que reinstitucionalizarse. Cuando hay vidrios rotos, desaparecen y ponen a Ángel Oropeza a dar la cara. Lo primero es que deben reconocer que son una unidad estratégica y no una franquicia que ocultar según la necesidad de algún caudillito. Hay que dotarla de una dirección colectiva, una vocería única y coherente, y una hoja de ruta consensuada. La práctica nefasta de pasar la página para huirle a las responsabilidades no hay que repetirla. Tampoco la madurista de buscar culpables en todas partes menos en el espejo”.
¿Cree que veremos gobernadores de oposición juramentándose ante la ANC?
No lo creo. Los gobernadores de la MUD fueron investidos por el pueblo y éste es el depositario de la soberanía. Si alguna otra parafernalia quiere despojarlos de esa condición, lo único que logrará será corroborar ante el mundo lo que vivimos, lo que hemos denunciado desde hace mucho tiempo, un golpe de estado continuado.
Su mensaje a los venezolanos. ¿Qué hacer ahora?
El país que quiere cambio es inmensamente mayoritario. El resto no tiene el respaldo ni siquiera del conjunto de personas que alguna vez apoyó al presidente Hugo Chávez. El régimen está reducido a su derrota. ¿Qué necesitamos para que esa mayoría social, se transforme en poder político? Una dirección eficiente y para eso debe tener carácter colectivo y estrategia clara, lo que se obtendrá si hay una presión ciudadana que oriente al liderazgo en función de que nos ofrezca la mejor versión posible de sí mismos. Habrá cambios de corto o mediano plazo, porque la situación económica no da para más. Todos los venezolanos tenemos que esforzarnos para que esos cambios sean para bien. Por eso debemos hacer presión para que nuestros dirigentes merezcan este calificativo, para que ofrezcan la mejor versión de sí mismos a este pueblo y a su lucha”.
“Los gobernadores de la MUD fueron investidos por el pueblo y éste es el depositario de la soberanía. Si alguna otra parafernalia quiere despojarlos de esa condición, lo único que logrará será corroborar ante el mundo lo que vivimos, un golpe de estado continuado”.
Jesús “Chuo” Torrealba, exsecretario de la MUD