El incidente lo reportaron a las 11.00 de la mañana en el edificio Isla Norte de residencias Viento Norte. Hubo dos heridos graves y cuatro leves. Según los Bombreros, el incendio se originó cuando unos niños jugaban con un yesquero sobre los muebles en el apartamento 9C
Las llamas salían por las ventanas del apartamento 9C del edificio Isla Norte, en las residencias Viento Norte. Desde lo alto se escuchaban los gritos de cuatro niños y tres adultos. Todos estaban atrapados. José Ramón Torres (72) al verse rodeado de las llamas, tomó a sus nietos, atravesó el fuego y salió del lugar. Salvó a su familia.
A las 11.00 de la mañana comenzó el incendio. Unos 20 minutos más tarde llegaron 30 funcionarios de los Bomberos de Maracaibo en cinco unidades. Un grupo preparó las mangueras y atacó las flamas desde afuera, mientras que otros entraron para evacuar el edificio.
El anciano fue uno de los primeros en salir. Llevaba consigo a sus nietos :José Torres (5), José Javier Torres (4), María José Torres (5), María Victoria Torres (11), y a su hija Mairene Torres.
Los efectivos tras poner a salvo a la familia subieron hasta el décimo piso, donde se escuchaban los gritos desesperados de Tatiana Bracho que estaba siendo atacada por las llamas. A la mujer la bajaron cargada y casi inconsciente por las escaleras. La subieron a una ambulancia con el 40 por ciento de su cuerpo quemado y la trasladaron de emergencia a la Unidad de Quemados del Hospital Coromoto, junto con Fabiana Troconiz, quien también quedó atrapada en el piso 10, con lesiones en el 50 por ciento de su cuerpo.
A José Quintero lo trasladaron al mismo hospital, pero por inhalación de humo. Sus vecinos: Rosa Luque (71), Zuli Becerra (41), Carmen Maldonado (60) y Carlos Zambrano (14) fueron atendidos por paramédicos en el conjunto residencial. No sufrieron daños mayores.
Causas
Los nietos de Torres, sin que su madre se percatara, comenzaron a jugar con un yesquero en la sala de su apartamento y, según los Bomberos de Maracaibo, las llamas alcanzaron la tela de los muebles y estos se encendieron velozmente.
“Las llamas chamuscaron todo la sala y la cocina. Los cuartos sufrieron por las altas temperaturas. Las pérdidas materiales aún no se calculan”, indicó uno de los bomberos, quien explicó que la extinción fue rápida y lo que más demoró fue el desalojo.