Sin más explicaciones, el supuesto familiar de Lupe la embarcó en el carro blanco y se la llevó. Los vecinos de la zona comentaron que el caso de la anciana es “extremadamente sospechoso” y no se explican cómo, si la anciana estaba desaparecida, el hijo llegó a buscarla exactamente al sitio donde la dejó dos días atrás
Como llegó se fue. A Lupe López, la sexagenaria que apareció “como por arte de magia” en las inmediaciones de la urbanización Altos del Sol Amado, se la llevó su hijo.
Ayer, a las 10.00 de la mañana, un vehículo blanco llegó al sector y el conductor se identificó como el “hijo de la señora”. Ante los cuestionamientos de los vecinos, el hombre señaló que la anciana estaba “perdida, porque se fugó de un ancianato de La Concepción, donde estaba comiendo puro mango y tenía hambre”.
Sin más explicaciones, el supuesto familiar de Lupe la embarcó en el carro blanco y se la llevó. Los vecinos de la zona comentaron que el caso de la anciana es “extremadamente sospechoso” y no se explican cómo, si la anciana estaba desaparecida, el hijo llegó a buscarla exactamente al sitio donde la dejó dos días atrás.
Vale recordar que Lupe López fue vista por primera vez cerca de la redoma de la segunda entrada de la urbanización, el pasado lunes a las 2.00 de la tarde.
Según relató la anciana, su propio hijo la abandonó allí, en medio de la calle, bajo la promesa de regresar a buscarla “cuando mejore la situación”.
Los habitantes del sector decidieron acercarse para ver en qué podían ayudarla, pero observaron que estaba como “drogada” y no quería hablar. Sin embargo, estuvieron pendientes de ella, le obsequiaron una colchoneta y la alimentaron.
La sexagenaria evidenció signos de senilidad y desnutrición. Contó que vive en el sector Amparo “cerca del Angelito y del colegio Marco Tulio Andrade”. Aseguró tener dos hijos, Alejandro y Andreína, con quienes vivía, pero que “no la quieren”.
Un dato importante que aportó es que su hijo es taxista y tiene un carro blanco, el mismo vehículo que se la llevó. Se desconoce el paradero de Lupe, aunque los “comentarios de esquina” dicen que la vieron otra vez en Altos del Sol Amado, “unas calles más arriba de la plaza”.