Ayer en la madrugada un grupo de hampones ingresó al despacho parroquial forzando la puerta y hurtaron el equipo de sonido con micrófonos, cornetas y cables incluidos, relató Ignacio Calderón, párroco del templo
Tres robos en dos meses. Es la cifra que altera a la comunidad que hace vida en la iglesia parroquial Nuestra Señora de La Asunción, ubicada en la avenida 17 Haticos, de Maracaibo.
Ayer en la madrugada un grupo de hampones ingresó al despacho parroquial forzando la puerta y hurtaron el equipo de sonido con micrófonos, cornetas y cables incluidos, relató Ignacio Calderón, párroco del templo.
Las capillas filiales Espíritu Santo, El Inmaculado y La Chinita también reportaron robos de bienes, costos que no logran reponer con los ingresos que manejan. Les sorprende el “ensañamiento” de los antisociales con los bienes de la iglesia que cuenta solo con siete personas laborando en el día. La estructura tiene al menos cinco mil metros cuadrados por lo que vigilar las 24 horas se hace cuesta arriba.
Aseguró que en medio de los problemas continúan ofreciendo las misas a los fieles, así como las actividades semanales en las capillas.
Tres veces
José Manuel Morales, asistente del párroco, recordó que el primer incidente fue en el 2016, cuando se quedaron sin cuatro ventiladores industriales. El segundo fue la semana pasada y se llevaron un par de ventiladores, un aire acondicionado y filtros de agua nuevos. “Ya van tres veces que nos roban artículos de valor. A diario vemos cómo los motorizados asaltan a la gente, roban carros o atracan las casas y no podemos hacer nada. Necesitamos ayuda”.
El templo es patrimonio histórico de la nación. Calderón, hizo un llamado a las autoridades regionales, instituciones o personas interesadas en apoyar al templo con donaciones. Con ello esperan mantener las condiciones mínimas para ofrecer las eucaristías y servicios a los mil 500 fieles que reciben cada semana.