Cinco
Cinco azotes irrumpieron ayer, a las 5.00 de la mañana en la residencia de Henyerbert Meléndez Medina, de 22 años, lo sacaron de su cama y se lo llevaron a la fuerza. Cuatro horas después apareció su cadáver en El Palotal, parroquia Francisco Eugenio Bustamante. Lo golpearon, lo torturaron y le dispararon.
A los familiares se les veía nerviosos en la morgue forense. Mientras esperaban la entrega del cadáver y organizaban el funeral, los homicidas divulgaron por el barrio 19 de Abril que atacarían a la familia donde celebraran el velatorio.
“Lo confundieron. Él no tenía problema con nadie”, repetía uno de los dolientes. Explicó que el muchacho trabajaba como albañil para mantener a sus dos hijos. “Todos conocen a quienes los mataron, pero tienen miedo de denunciar”.
La Policía investiga el crimen como una venganza, aunque Meléndez no tenía prontuario, antecedentes ni solicitudes.