Testigos
Giovanni Vargas tomó la fatal determinación de pegarse un tiro en la cabeza, en la residencia de uno de sus parientes, en la avenida Artes, a una cuadra de la calle La Granja, parroquia Libertad de Machiques.
Los testigos señalan que Vargas regresaba de su finca Berlín y al llegar a la residencia tomó una pistola disparándose en la cabeza, cayendo al suelo de inmediato. Los presentes trataron de auxiliarlo llevándolo a un centro asistencial, pero ya era tarde porque expiró.
Compañeros ganaderos lamentaron el hecho, porque Vargas era un trabajador, pertenecía a una familia fundadora de la empresa Lactuario Perijá, que fabricaba productos lácteos.
Una comisión de la Policía científica llegó al sitio para iniciar los interrogatorios a los testigos y proceder a las investigaciones de rigor. El cadáver fue enviado a la morgue de Maracaibo para la necropsia.