Los homicidas pasaron en un auto, bajaron los vidrios y dispararon contra Rafael Humberto Boscán, de 17 años, apenas lo tuvieron cerca. Seguidamente huyeron
A Rafael Humberto Boscán, de 17 años, lo sorprendieron sus homicidas frente a la residencia 152A-13 del barrio Sur América, en el municipio San Francisco. Le dispararon hasta que exhaló su último aliento. La Policía investiga el crimen como una venganza.
Los homicidas viajaban en un carro verde. Pasaron un par de veces por la avenida 59 con calle 152 de la parroquia Domitila Flores antes de estacionarse. Sus pasajeros bajaron los vidrios y dispararon contra el adolescente apenas lo tuvieron cerca. Seguidamente huyeron.
Los vecinos no precisaron el modelo ni la placa del carro. La calle estaba oscura. Se limitaron a llamar a la Policía, creyeron que podrían alcanzar a los sospechosos, pero para cuando las patrullas llegaron a la barriada hacía dos horas que los homicidas habían escapado.
Boscán se desangró en la calle. Nadie se atrevió a ayudarlo. A pocos metros del cadáver encontraron cuatro de los proyectiles percutidos, una de las pocas evidencias que dejaron los asesinos.
Los familiares comentaron a la Policía que el muchacho trabajaba como ayudante de mecánica. Desconocían si tenía enemigos o había discutido con alguien.
Rafael no tenía antecedentes. Por lo que los investigadores se inclinan a la venganza como principal hipótesis en el homicidio.