Sea dicha la verdad

 

Hasta donde todo el  mundo sabe, usted señor ministro es venezolano de nacimiento y un día en la Academia Militar juró defender la CNB y la soberanía venezolana

Sea dicha la verdad luego de 18 años de la infame revolución socialista bolivariana del siglo XXI, su interminable diatriba y los ríos de tinta, sangre y hiel que han corrido. 

Primero: La revolución bolivariana ha sido un fraude gigantesco, un fiasco sin precedentes y farsa creada por Fidel Castro para Venezuela, según se acordó en 1992 en el tristemente célebre Foro de São Paulo. En ese perverso foro que reunió a la izquierda resentida del continente latinoamericano, se acordó que con el dinero del petróleo venezolano y la dirección del dictador cubano se restituiría el comunismo después de la caída del Muro de Berlín en todos nuestros países.

 Segundo: Los responsables de tan terrible tragedia humanitaria que hoy enluta a Venezuela y su gente tiene nombre y apellido: Hugo Chávez  Frías, que metió a Fidel y sus milicianos castristas; y Nicolás Maduro, ficha personal de Raúl Castro. 

Tercero: Sea dicha la verdad de que Chávez y Maduro montaron en Venezuela con el auspicio de los hermanos Castro, una dictadura castro-comunista-militarista integrada por oficiales del ejército de tendencia izquierdista y civiles radicales. El Gobierno revolucionario chavista-madurista es una enfermiza mezcla de fascismo, marxismo-leninismo (comunismo) nazismo, castrismo y populismo.

Cuarto: La revolución bolivariana del siglo XXI es un régimen eminentemente antidemocrático, autoritario, agresivo e integrado resentidos sociales; llena de odio y revanchismo. Se trata de una revolución hipócrita, malvada y criminal, cuya política de Estado es la mentira constante, el engaño y la simulación sistemática. La mayor evidencia de su carácter militarista es la aplicación de la jurisdicción militar a los estudiantes presos por manifestar. 

Quinto: Como en toda dictadura hambrean intencionalmente a la población, destruyendo el agro, confiscando y desmontando la producción privada, tal como lo dice el librito el librito azul de la CNB cuyos artículos violentan en su totalidad y se mueren por tener dólares americanos y propiedades en el “odioso” imperio. 

Sexto: Y el señor ministro de la Defensa, incondicional adepto de Fidel Castro y defensor a ultranza del actual statu quo generado por Maduro, sigue impretérito hablando de paz y de diálogo. ¿De qué habla usted señor ministro?, ¿cuál paz y soberanía?, ¿sería  la paz de los sepulcros en Venezuela o  la paz cubana? Hasta donde todo el mundo sabe usted es venezolano de nacimiento y un día en la Academia Militar juró defender la CNB y la soberanía venezolana. Despierte de esa pesadilla a la que tiene sometida a Venezuela entera.

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