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El sector La Montañita, en la parroquia La Rosa en Cabimas, es una piscina de aguas residuales. Los 300 habitantes que habitan en las calles Trinidad, Los Olivos, Porvenir y La Cruzaíta se cansaron de convivir entre malos olores, zancudos y enfermedades que provoca el estancamiento y trancaron las vías de acceso al sector. La situación la provoca la obstrucción de 60 metros de tuberías del colector y la paralización de la estación de bombeo de aguas residuales instalada en la zona.
Rosa Borjas advierte que la irregularidad tiene dos años y pese a las constantes quejas interpuestas ante los organismos competentes las respuestas que obtienen son nulas. Para Edicta de Lenón, la situación cada vez es peor. “Cuando llueve esto empeora. Las aguas residuales no solo están en las calles, también en los patios de nuestras casas”.
Ernesto Parra, director de Aguas Negras y Drenajes en Cabimas, explicó que los representantes del Ejecutivo regional se comprometieron a atender la problemática. “Se creó una partida presupuestaria. En Cabimas reparamos 500 colectores cedidos. Estamos trabajando”.