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Con sus manos pueden hablar y sus ojos se prestan para ser el bastón del conocimiento al mundo oyente. La discapacidad es su “mayor fortaleza”. Desde un camino en el que los sonidos no son distinguibles, ellos no escatiman sus esfuerzos y buscan integrarse a una comunidad plural. “Con el lenguaje de signos, yo soy igual a ustedes”, es el lema de la Federación Mundial de Sordos.
En Venezuela hay 18 sociedades de personas sordas y en la ciudad, la Asociación de Sordos del Municipio Maracaibo (Asomuma) contabiliza 290 miembros. Son 16 agrupaciones polideportivas de sordos en la nación y una de ellas está ubicada en el Zulia, donde tienen 230 agremiados de deportes de alto rendimiento, indicó Rafael Perozo, presidente del grupo. Pueden ser más: “desconocemos la cifra en los deportes escolares”.
La inclusión de las personas con discapacidad es un tema que cada ciudadano y gobierno debate con su conciencia. Gerles Molero es una persona sorda, aprendió a hablar gracias a la dedicación de su familia. Mientras un emisor habla, ella decodifica el mensaje leyendo los labios y la expresión facial. Al paso de unos segundos, responde. Solo pide a sus escuchas una conversación pausada.
Molero es coordinadora del programa de discapacidad en la Secretaría de Cultura. Maneja la lengua de señas venezolanas, aunque prefiere platicar con su entorno social. “Me comunico con las personas, sin ningún problema”. Su impendimento son las llamadas telefónicas. Para la artista plástica, es necesaria la consolidación de las personas sordas en el mundo, pues de esta manera podrían alcanzar “grandes objetivos”.
Libertad y creación
Deynis Luque es el único bailarín profesional sordo en Venezuela. Las vibraciones de las tablas anuncian sus pasos en una puesta en escena. “Los oyentes lidian con la música, pero yo lidio con su vibración, con la expresión y con el movimiento”. Es profesor de Artes Escénicas en la Universidad del Zulia.
“Cuando decidí dedicarme al baile, me dijeron que era imposible y ahora trabajo con oyentes”. Luque explica que lo único que necesitó para bailar fue aprender el movimiento y luego, adecuarlo a la musicalización adaptada. Ignoró las dificultades y la imitación, logró alcanzar su profesionalización. Es la admiración de sus colegas, quienes no lo discriminan, según el especialista en la danza.
Instó a la comunidad Sorda a explorar sus intereses, porque “las limitaciones están en la mente”. Destacó que la participación de esta colectividad dentro de las actividades comunes de los escuchas es necesaria para conocer los detalles “desconocidos” de la vida, labores poco frecuentes en las personas sordas. La integración dentro del círculo familiar y el apoyo gubernamental es imprescindible para su sano y exitoso desarrollo.
Errores comunes de la comunidad oyente
Los sordos no escuchamos, pero si vemos
Es incorrecto decir “sordomudo”, porque es negarnos el derecho a la palabra
Es Lengua de Señas Venezolanas, no “lenguaje”
Se dice intérprete, no traductor
Es un error decir “discapacitado”. Tenemos otras capacidades
Fuente: Deynis Luque
Propuestas para la comunidad oyente
La presencia de personas que conozcan la lengua de señas en los espacios públicos
La inclusión de la lengua de señas venezolanas en la formación escolar
La educación de las personas sordas en escuelas bilingües biculturales
La inclusión cultural de las personas con discapacidad en las manifestaciones artísticas
Hoy se celebra el Día Internacional de las Personas Sordas