Activémonos
No busquen lo que no se les ha perdido. Así, en criollo y sin mucho rodeo a ver si entienden, es el mensaje que le enviamos al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) desde este espacio.
Más del 80 % del pueblo venezolano, en quien reside la soberanía, según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, desea la salida de Nicolás Maduro de la presidencia, a través del referendo revocatorio; y por encima de esa voluntad no estará un grupito de magistrados enchufados.
Para el momento de redactar estas líneas, desde donde resisto junto al bravo pueblo de Venezuela, había una seria y firme intención del TSJ de impedir judicialmente la celebración del revocatorio, violando de manera flagrante el artículo 72 de la Carta Magna.
Entre gallos y medianoche, como actúan los delincuentes, emitieron una sentencia el pasado martes 11 de octubre, que establece que el presupuesto nacional del 2017 será presentado ante el Poder Judicial, y no ante la Asamblea Nacional, como establece la ley; ¿y esto por qué?, la respuesta es sencilla: el TSJ usurpa las funciones de los diputados de la AN, para esconder las fechorías de este Gobierno extremadamente corrupto.
Si a estos señores del bufete personal, en el que convirtieron al TSJ, se les ocurre pasar por encima del pueblo soberano al suspender el revocatorio, nos encontrarán en la calle exigiendo sea respetada nuestra voluntad de ponerle fin a la crisis humanitaria, revocando al señor presidente Nicolás Maduro Moros y su gobierno.
El referendo revocatorio será este año 2016 porque así lo decidió el pueblo venezolano y para ello hemos cumplido con cada una de las fases en los tiempos reglamentarios; así que no hay excusa para que el TSJ o las señoras del Consejo Nacional Electoral (CNE), insistan en retrasar el ejercicio de este derecho constitucional; porque léase bien, es un derecho, no un capricho de los partidos políticos.
Los derechos no se ceden ni se negocian; así que nos mantenemos firmes en nuestro deseo de activar el revocatorio contra este Gobierno responsable del hambre, del resurgimiento de enfermedades como difteria, tuberculosis, malaria; responsable de los miles de inocentes que pierden la vida a manos del hampa desatada; en fin, responsable de estas condiciones paupérrimas en las que se encuentra Venezuela.
Aquí no hay miedo. Aquí ya se acabó el temor de no participar en la lucha por una mejor Venezuela, porque así los saquen de una misión, le nieguen una tablet para sus hijos, entre otros tantos chantajes; como me decía una aguerrida y valiente madre soltera de cuatro niños: “Hasta el miedo nos quitó el Gobierno en su afán por quedarse con todo”.
Dentro de dos semanas haremos historia al recoger el 20 % nacional y su respectiva ñapa para que no le quede duda a nadie, de que queremos revocar a Maduro y su pandilla, para salvar lo que aún queda de Venezuela, y hacer de ella un paraíso, literalmente porque sí se puede.
Activémonos todos los días 26, 27 y 28 de octubre; la tarea no es solo de los partidos políticos sino de todos; apliquemos la misma fórmula del 6-D: votemos, movilicemos y defendamos. En Unidad, con entusiasmo, con alegría salgamos a hacer historia al recoger más de los cuatro millones de firmas que se necesitan para que la señora Tibisay Lucena anuncie que: “con una tendencia irreversible” queda activado el referendo revocatorio contra el ciudadano presidente de la República, Nicolás Maduro Moros.