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Ante la escasez de agua que sufren los habitantes de Cabimas desde la semana pasada por el daño de dos motores en el embalse de Pueblo Viejo, Hidrolago se las ingenió para enviar el mineral a algunos sectores, los más beneficiados son los ubicados en las parroquias Punta Gorda y Carmen Herrera.
La cantidad de agua que llega es mínima, informó Luis Covis, miembro de la comisión técnica de agua, y se debe a que apenas bombean de F7 unos 700 litros de agua por segundo. “No hay presión para que llegue agua a todas las parroquias de Cabimas”.
Algunos sectores de Simón Bolívar y el municipio Santa Rita también están sedientos por el daño de las bombas y no tienen ningún plan de emergencia para solventar el problema. Covis lamentó que no existan políticas de mantenimiento en el embalse y mucho menos de inversión para sustituir lo que se dañe.
Sobre los motores en mal estado señaló que apenas hicieron los contactos con PDVSA para adquirir las piezas, de concretarse el acuerdo a más tardar el jueves se normaliza el servicio en los tres municipios.
“Queremos agua. Este 2017 ha sido un año muy caótico con tanta escasez y los choferes de las cisternas aumentando los precios de las pipas a cada rato”, señaló el ama de casa, Julieth Terán.