Ayer monseñor Roberto Lückert León, obispo de Coro, ofició la celebración en la Basílica. El cierre de la frontera y el estado de excepción de los 11 municipios del estado Zulia que están bajo el régimen es un tema de preocupación para el religioso
Para servir a la Virgen no hay edad. Ayer, en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá se juramentaron a 66 servidores de María infantiles. Monseñor Roberto Lückert León, obispo de Coro, ofició la eucaristía. "Hoy celebramos los 40 años de haberse fundado la Sociedad Juvenil e Infantil de servidores de María, iniciativa que nació hace más de 100 años. El padre Soto quiso constituir a los servidores como responsables de la Virgen, especialmente los días de las procesiones públicas".
Los nuevos juramentados se suman a 380 jóvenes que se cultivan para servirle a la Iglesia. "Tenemos un semillero de futuros servidores, sobre todo una gran responsabilidad por parte de nosotros en la formación de esas criaturas, que no solamente se contenten con cargar la Virgen sino que sean verdaderos cristianos".
Futuro
Eleuterio Cuevas, párroco de la Basílica, comentó que el 18 de enero de cada año, durante el primer homenaje mensual a la Virgen de Chiquinquirá, se le entregan a los aspirantes unas planillas para que sean servidores de María. "La semana siguiente a esa se comienza el proceso de formación: los miércoles tenemos reunión para los niños y los papás y los jueves para los aspirantes a la sociedad religiosa de los servidores".
Los niños juramentados entraron en una etapa muy hermosa para Cuevas. "Se le llama infancia misionera, es un programa de la Iglesia universal especializada para los niños para sembrar o despertar en ellos desde muy temprana edad esa vocación misionera de la Iglesia y que el papa Francisco nos está exigiendo a toda la Iglesia". Los padres también tienen una formación que los ayuda a cambiar su modo de vida y así puedan comenzar el "proceso de conversión".
EXPECTATIVA
Por ahora Venezuela no está en la agenda del papa Francisco. Para que el Pontífice venga el Presidente tendría que solicitarlo a la Santa Sede
ENSAYO EN LA FRONTERA
Sobre el cierre de 11 municipios en el Zulia, monseñor Roberto Lückert, obispo de Coro, considera que es preocupante la decisión del Gobierno. "Lo que critico es la forma cómo se hizo. Esa supuesta tensión por parte de Venezuela, que le da una imagen de culpables del desabastecimiento de la gasolina o alimento a los colombianos. Eso no es verdad. La frontera entre Venezuela y Colombia estuvo tradicionalmente abandonada". Otra de las inquietudes que le genera el cierre y el estado de excepción es que este se convierta en un "ensayo para extenderlo a todo el país, suspender garantías y las elecciones. No veo la razón de que municipios que están lejos de la frontera tengan un régimen de excepción, evitando que la oposición pueda hacer reuniones, manifestaciones o sus campañas".