
A Kender Luis Araque (21) unos maleantes lo estrangularon, golpearon y balearon cuando salió de su casa en el barrio El Museo. Abandonaron su cadáver en el sector Integración Comunal
Sentadas en el suelo arenoso, las dos hermanas de Kender Luis Araque, de 21 años, ocultaban sus rostros, lloraban, gemían, mientras escuchaban a la docena de curiosos y averiguadores del barrio Lilia Perozo de Zambrano, en el sector Integración Comunal, parroquia Luis Hurtado Higuera, al sur de Maracaibo, realizar las conjeturas sobre el asesinato. Unos delincuentes lo interceptaron para matarlo, lo golpearon en la cabeza, después lo estrangularon, repetían una y otra vez.
Cuando los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica acompañados por efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), adscritos al Cuadrante de Paz 72, descendieron de las unidades de patrullaje para hacer las primeras experticias el cadáver del muchacho estaba tapado con una sábana blanca percudida, la comunidad se encargó de cubrirlo. Interrogaron a los dolientes, ninguno aportó información, la víctima no tenía hijos, ni pareja sentimental estable.
Los investigadores anotaron los datos suministrados por los familiares del muerto, aseguraban que no tenía problemas con nadie, aunque las características del crimen indican que pudo tratarse de una venganza; hay saña, descartar la hipótesis de ajuste de cuentas tampoco es viable. Esperar los resultados de la autopsia, terminar el análisis balístico aunado al análisis de Trazas de Disparos (ATD), es el procedimiento a seguir. Las evidencias permitirán reconstruir el homicidio.
Fuentes policiales ligadas al caso presumen que unos antisociales sorprendieron al joven cuando salió, ayer a las 2.00 de la mañana, de su casa, en el barrio El Museo, lo agarraron por el cuello, no podía respirar, su rostro se tornó morado y azul; inmunes a las suplicas comenzaron a golpearlo en diferentes partes del cuerpo, su cabeza se llevó la peor parte, tenía una gran herida de la cual emanaba sangre en abundancia. El albañil también presentaba un impacto de bala en el cráneo.
Indicios
Es posible que los criminales tras perpetrar el asesinato abandonaran el cadáver en la calle 128 del sector Integración comunal, los vecinos no escucharon ruidos inusuales durante la madrugada. Al retirar la sabana que cubría el cuerpo era posible observar señales de estrangulamiento, golpes en la región occipital y hematomas en los brazos. Forcejeó con sus verdugos, decían los policías.
En el camino de arena no había rastros de sangre. Unas seis horas duraron los curiosos como custodios del occiso. Ninguno se movió hasta que las comisiones policiales lo trasladaron a la morgue forense del Hospital General del Sur (HGS) donde los patólogos le practicarán la necropsia correspondiente.