El espacio carece de alumbrado, por lo que se ha vuelto inseguro por los constantes robos a usuarios y transportistas. Néstor Luzardo, presidente de la línea Cabimas-Maracaibo, señaló que el problema tiene alrededor de dos meses
Con temor llegan los pasajeros al terminal de Cabimas ya pasadas las 6.00 de la tarde o cuando les toca madrugar. El espacio carece de alumbrado, por lo que se ha vuelto inseguro por los constantes robos a usuarios y transportistas. Néstor Luzardo, presidente de la línea Cabimas-Maracaibo, señaló que el problema tiene alrededor de dos meses y los representantes de la Empresa Socialista del Terminal de Pasajeros de Cabimas (Esoteca), encargados de ofrecerle mantenimiento al lugar, no han hecho nada por rescatarlo de la oscuridad.
El profesional de volante señaló que en diciembre dos conductores fueron despojados de sus vehículos a mano armada. Además, si los pasajeros llegan caminando también son víctimas de los vándalos. Como estrategia para evitar ser robados, llegan en taxi directamente a donde están los porpuesto. A partir de las 5.00 de la mañana es cuando llegan más pasajeros. Se movilizan alrededor de tres mil. “Es una situación realmente tormentosa la que vivimos porque no contamos con un lugar adecuado, óptimo para trabajar, lo mismo piensan los usuarios, llegan aquí y el servicio del terminal no es lo que esperan”.
Mucha inseguridad
Más de 25 líneas operan dentro de las instalaciones y quienes trabajan en ella se sienten inseguros. Luzardo precisó que ellos como medida de prevención tienen detector de metales y tienen un personal para llenar los datos de cada usuario que tengan. “No podemos contar con la seguridad del terminal”. La situación afecta también a los vendedores de alimentos, ya a las 9.00 de la noche que no quedan choferes, cierran sus negocios y abren nuevamente cuando ven que ya hay claridad en la mañana. En el terminal funciona una estación de la PNB, pero solo queda un policía, al igual que en el comando del CPBEZ, que solo hay dos funcionarios.
El mal estado del terminal de Cabimas no se resume a la falta de alumbrado, también carecen de señalización, la garita no sirve, hace falta pavimentado y los baños no funcionan, sobre el último problema, Néstor Luzardo denunció que la anterior gerencia del lugar acondicionó la sala sanitaria, pero la nueva directiva la tomó para uso exclusivo del personal de Esoteca. Se intentó contactar a Wendy Flores, directora del organismo, pero no hubo respuesta.