Hago
Los días atrapados en la humedad están oliendo a jazmín. Por instantes, gracias al aroma de las flores de los azahares de la India, capullitos apretados de florecillas blancas con su perfume originario de la lejana Persia, rememoro a mi inolvidable madre, trajinando en sus oficios hogareños en mi acogedora casa de La Limpia, regando sus flores de musainda, orando en su sencilla habitación con ventana al jardín, cosiendo en su vieja máquina Singer o conversando con tía Benilda, su hermana de todos los tiempos. Son recuerdos olorosos, envueltos en encajes de tiernas gardenias, traídos por los pequeños arbustos , adornados de jazmines y su mágica complicidad con los momentos cálidos de mediados de febrero. No cae la lluvia, cuesta florecer a los jazmineros, sin embargo los pocos que lo hacen con su inevitable y exquisito olor arrastra dichas memorables de cuando éramos felices y no lo sabíamos.
Por esta época del año calurosa y ventisquera, pareciera que los deseados aguaceros están muy lejos de llegar, añoramos que se desprendan y hasta las gotas de agua despidan olor a jazmín, impregnando los rincones de recuerdos amorosos. Hago las paces y me reconcilio con la vida y sus avatares, con todo y saber que habito en una zona de conflicto, azotada por la desesperanza y el olvido. De acuerdo con especialistas, Venezuela atraviesa por una crisis sin precedentes y el reciente anuncio de las medidas económicas por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sólo busca aumentar los ingresos del Estado para aliviar el déficit fiscal, que es el incentivo principal de la inflación, la más alta del mundo.
El aumento del precio de la gasolina es quizá la medida más impolular que pueda tomar un mandatario venezolano; al sentarse en las reservas de petróleo más grandes del mundo, muchos venezolanos creen tener derecho a gasolina barata. La gasolina ahora costará 1 bolívar por litro para la de 91 octanos y 6 para la de 95, que es la que usa un 70 por ciento de los conductores según cifras oficiales. Se trata de un aumento del 1.328 % y el 6.085 %, respectivamente, un incremento que muchos venezolanos temen aumentará los precios del transporte y por consiguiente de todos los bienes y servicios que de por sí ya son costosísimos, incluyendo la parte alimenticia, encontrándonos en una total emergencia alimentaria con más de cuatro millones de hectáreas ociosas e improductivas y empresas sin materia prima para producir. No decaigo el aroma de los jazmines me devuelve el optimismo.