Sistemas de protección: Barreras estructurales

Las puertas generalmente se clasifican en industriales estándar, para el personal, a prueba de balas y ataques, de acceso para vehículos, puertas bóveda, resistentes a explosiones, tipo torniquetes entre otras

Las barreras estructurales son parte del sistema de protección que busca retardar el ingreso a una instalación: paredes, puertas, ventanas, puertos de servicio, techos y pisos.

Estos elementos implican un nivel de inversión, que se determina de acuerdo a los resultados de un análisis de riesgos de las instalaciones, que permite determinar las vulnerabilidades y oportunidades de mejora. Lo que podría finalmente implementarse dependerá de los recursos disponibles, las prioridades y la magnitud de las amenazas. Las barreras estructurales deben contar con otros elementos de seguridad, y lo más importante, mantener un equilibrio donde la suma de las partes resulte en un sistema eficiente. 

Las paredes son el elemento de mayor resistencia a la penetración, pero dependiendo del material, de lo que protege y del interés y herramientas del intruso, puede ser más o menos vulnerables. Los tipos de paredes más comunes son de hormigón armado, metal /concreto expandido, madera, lámina de metal, bloque de hormigón, ladrillos de arcilla. El grosor de cualquiera de los tipos mencionados o de su combinación en capas, favorece el retardo de ingreso ante acciones de intrusos. 

Las puertas generalmente se clasifican en industriales estándar, para el personal, a prueba de balas y ataques, de acceso para vehículos, puertas bóveda, resistentes a explosiones, tipo torniquetes entre otras. En la mayoría de las oportunidades son el “eslabón ´débil”, de acuerdo al uso que le sea dado y a que accesorios tales como marcos, cerraduras, bisagras y pernos mantengan un nivel de equilibrio. Por ejemplo, una puerta de seguridad con cerradura estándar, bisagras expuestas y marcos convencionales, facilita enormemente el ingreso. La calidad de instalación es fundamental para que el sistema funcione de manera integral.  

Las ventanas al igual que las puertas pueden ser vías de acceso preferidas si los marcos, cristales y cubiertas protectoras no son de calidad o presentan defectos de instalación. Los refuerzos o elementos adicionales de seguridad, serán proporcionales al nivel de protección que se desea implementar al área en la que está instalada. La altura a la cual se encuentre la ventana no debe considerarse como factor para minimizar el nivel de protección.

Los puertos de servicio son todos aquellos accesos que de no ser debidamente atendidos se convierten en vías de acceso, por ejemplo claraboyas, las rejillas de sistemas de ventilación o túneles con filtros.

Los techos y pisos son áreas frecuentemente utilizadas para ingresar a una instalación, aunque ofrecen mayor resistencia por estar diseñadas para resistir cargas pesadas. Generalmente los techos incluyen metal, hormigón armado y losas o sub cubiertas de metal. Las mejoras a la seguridad son más eficientes cuando se implementan por debajo de la línea del techo, ya que obligan al adversario a realizar una segunda penetración en espacio limitado e incómodo y con diferente tipo de herramientas que posiblemente no tenía previstas.

Recuerde que en general los delincuentes prefieren las instalaciones con menor nivel de dificultad.

Por tanto, considere la seguridad no como un gasto, sino una inversión para su residencia o empresa.

 

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