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Los familiares de Jeferson Andrés Duarte, de 20 años, llegaron ayer a la morgue de Maracaibo en busca del cuerpo de su pariente asesinado en las inmediaciones del parque de diversiones Mickey Mouse, ubicado en el parque La Marina, en El Milagro. Desconocen las causas del atentado, pero la Policía asegura que pertenece a la banda de “Jean Chiquito”.
Tras las investigaciones adelantadas, la Policía informó que Duarte pertenecía a la banda de “Jean Chiquito” que opera en el este y norte de Maracaibo. Las primeras averiguaciones apuntan a que el crimen obedece a una limpieza interna dentro del grupo criminal al cual le atribuyen delitos como el homicidio.
La progenitora del occiso explicó que el pasado lunes en la noche se llevaba a cabo una verbena en el parque a beneficio de una de un familiar que padece de cáncer. En medio de su llanto la mujer aseguró que su hijo recibió una llamada. La bulla típica del sector no lo dejaba escuchar a quien lo llamaba y por eso salió. “Cuando salió, a los minutos se escucharon los disparos”.
Al salir encontraron a Duarte, baleado en múltiples ocasiones, a un lado de la cerca perimetral. La sangre se corrió entre dos teléfonos públicos de Cantv. Un grupo de parientes levantó el cuerpo y con la ayuda de un transeúnte, lo montaron en un carro particular y lo trasladaron al Hospital Coromoto donde murió dos horas y media después de su ingreso.
Prontuario
Jean Carlos Núñez Fuenmayor, alias “Jean Chiquito”: es líder de una banda de delincuentes que se dedican al robo, extorsión y homicidios por encargo. Opera en Maracaibo y desde el año pasado su nombre viene apareciendo de manera más recurrente en las páginas de sucesos de la región.
Lo vinculan familiarmente con un fiscal del Ministerio Público y con el homicidio de Kenny Enrique Hernández Vílchez (38), dueño de La Boutique del Queso, el sábado 11 de enero del año pasado.
Según la causa 2C-2897-09 del Tribunal Supremo de Justicia, Jean Carlos Núñez, Jean Puche, Kendler Cardona y un adolescente quedaron detenidos el 9 de julio de 2009 por el delito de robo propio en grado de frustración.