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Los fajos de billetes pesan y se convierten en centro de miradas de los delincuentes que cazan a sus víctimas al salir de los bancos. La prórroga por quinta vez de la vigencia del billete de 100 bolívares pone en espera la circulación del nuevo cono monetario de la familia de bolívares. En Zulia, por ser estado fronterizo, la orden es contener la salida desde las entidades bancarias mientras que a los usuarios se les acorta la disponibilidad del uso del efectivo.
“Es recomendable que ya estén circulando por la gran demanda que hay. No podemos esperar más. El Gobierno atrasó el proceso, según porque los billetes (nuevos), las remesas no llegaban. Es hora de que los bancos y el Gobierno deberían poner a circular los billetes”, manifiesta Alí Abogaida, usuario marabino.
La ampliación del cono con seis incorporaciones, billetes de 500, mil, dos mil, cinco mil, 10 mil y 20 mil se tranzan en las actividades financieras del resto del país desde 16 de enero, tras varias remesas de fardos de bolívares procedentes de Estocolmo que arribaron en diciembre. La presencia de la pieza de Bs. 500 predominó en la etapa inicial de la liberación de dinero nuevo.
En paralelo, la demanda siguió en aumento dada la presión que inyecta la inflación. Según sectores privados, el indicador de precios al consumidor cerró en 800 por ciento en 2016 sin tener muro de contención. Y obliga que más de la mitad de las operaciones sean en efectivo.
Jésika Briceño, usuaria, asegura que 50 por ciento de las compras y uso de bolívares es en físico. “Hay que pagar el transporte, ir al mercado y comercios para tener comida porque hay negocios donde no aceptan las tarjetas”.
A Zulia no terminan de llegar
Ricardo Salas, productor, cuestiona tener “encima muchos billetes porque en Zulia no se están viendo los nuevos” que forman parte de la ampliación monetaria. Pero hacia Colombia, Tibú, en Norte de Santander, frontera con Sur del Lago por el municipio Catatumbo, “sí se está viendo el dinero”. Llegaron primero a territorio neogranadino que a los zulianos, reprocha.
La demanda de más billetes tomará forma en abril, cuando los agentes económicos liberen el pago del bono de alimentación de marzo, que pasa de 63 mil 720 bolívares al mes a 108 mil, un 69,49 por ciento. Lo que significa 44 mil 285,40 bolívares más para la movilización.
Froilán Barrios, secretario general del Movimiento Laborista y secretario de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, precisa que el pago de la cestatique rodea a cerca de ocho millones de trabajadores formales. Del sector privado se estiman cinco millones y casi tres millones dependientes del Estado.
De acuerdo al decreto de ajuste de cestatique a 108 mil bolívares, el monto nacional a pagar a la masa trabajadora oscila los 864 mil millones de bolívares. Transacciones que nacen desde operaciones electrónicas y tiende a convertirse en efectivo por los canjes en mercados populares y negocios.