El
Las universidades privadas no escapan a la crisis que vive Venezuela. Sin embargo, con la responsabilidad de que las instituciones académicas deben seguir formando a los profesionales del mañana con los recursos que cuentan, Jesús Esparza, rector de la Universidad Rafael Urdaneta (URU), considera que la crisis es superable, aunque reconoce que el contexto del país toca los espacios de las casas de estudios universitarios y las coloca en el mismo nivel que están todos los venezolanos.
El también presidente de la Academia de Ciencias Jurídicas del Zulia, considera que las políticas hacia las universidades desde el gobierno del extinto presidente Hugo Chávez hasta Nicolás Maduro son las mismas: hace más de diez años mantienen congelados los nuevos proyectos en pregrado y postgrado que vienen planteando las instituciones universitarias privadas. “Parece una política de Estado de evitar que el sector privado de la educación universitaria se fortalezca”.
Esparza quien es abogado y licenciado en filosofía, no acepta que desde otras universidades surjan comentarios negativos y nada alentadores sobre el desarrollo y futuro de las universidades. Frente a esto, apuesta a la formación de conciencia política de la sociedad.
– ¿Cuál es la posición de las universidades privadas ante la crisis que vive el país?
– En general las universidades privadas continúan con la formación de profesionales pese a las restricciones que tienen de nuevos proyectos. Estamos haciendo foros, hemos hechos planteamientos serios con relación al tema educativo y económico. Hemos realizado reuniones con especialistas que han precedido la crisis que vivimos hace tres años y se han asomado algunas soluciones que tienen que ver con el funcionamiento del Banco Central de Venezuela, la economía monetaria y con las iniciativas para la actividad economía, como comercio, industria y otros.
– ¿Usted cree que la crisis es superable?
– Creemos que la crisis es superable, pero hay que adoptar las políticas y medidas necesarias que tocan la economía, como la libertad de comercio, políticas monetarias, el Banco Central de Venezuela, medidas basadas en la unidad de cambio, dándole un soporte social a la población que está sumida en la posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas. Hace tres años planteamos que si las cosas seguían el curso por donde iban, íbamos a tener para el 2017, una población empobrecida con los niveles más bajos de ingreso per capital. Lamentablemente esa predicción se ha cumplido.
– ¿En el seno de las universidades privadas se ha discutido el tema del diálogo entre Gobierno y oposición?
– Es un tema que no se ha discutido. No se ha planteado como agenda lo relativo al diálogo político entre la oposición y el Gobierno, porque hay algunas convergencias y otras divergencias.
– ¿Y en el caso específico de la URU?
– Esta semana en la URU se planteó la necesidad o no de un diálogo a través de un foro con tres políticos del país Claudio Fermín, Felipe Mujica y Eduardo Fernández. El tema ha estado matizado en algunas actividades pero no ha sido agenda de discusión de las universidades privadas.
– ¿Cuáles son los aportes que podrían dar las universidades para solucionar la crisis del país?
– El aporte natural de las universidades está en la formación del recurso humano de alto nivel, también está en el postgrado que se encuentra bastante lesionado con la crisis y en la formación de las instancias principales del sector público. Hay una demanda en este momento de gerencia pública que lamentablemente no se está satisfaciendo y el sector público de la educación no lo ha tomado en consideración. No tememos gerencia pública apta. Necesitamos miles de gerentes públicos que asuman la tarea de la ejecución de las políticas públicas. También el papel de las universidades es la formación de los jueces, que ha monopolizado el Gobierno a través del Tribunal Supremo de Justicia cuando la misma Constitución establece que la formación de los jueces debe contar también con el aporte de las universidades.
– ¿Las universidades privadas han sido llamadas por la oposición o el Gobierno para evaluar propuestas en función de solucionar la crisis?
– Esporádicamente. Hemos recibido invitación para el tema de la violencia, de la protesta. Hemos recibido invitación para temas relacionados con refugiados y derechos humanos, y esto no fue asumido por el sector público ni el Gobierno; sino por el universitario.
– Sin embargo, ¿Desde la URU se ha planteado alguna solución a través de proyectos de los estudiantes en alguna catedra?
– Las cátedras la Escuela de Ciencias Políticas y la de Derecho tiene permanentemente una crítica del derecho constitucional de la función judicial de los derechos humanos, pero a un nivel de análisis académico, porque la acción política no le corresponde a las universidades como instrumento en el ejercicio de los derechos políticos. La universidad es una pluralidad de criterios e ideologías, pueden compartir espacios personas que estén a favor de unos o de otros. Las universidades dan los instrumentos intelectuales, científicos y metodológicos, para que las personas que tengan que tomar decisiones políticamente tengan conocimiento de hacerlo.
– ¿Cómo ha afectado la crisis a las universidades privadas?
– Estamos igual que todo el país: altos costos, insumos escasos, la dotación de nuestros equipos de laboratorios es cada día más costoso, el tema del mantenimiento de ciertas áreas y en general es difícil, pero seguimos adelante. Se ha hecho muy difícil, como se le ha hecho a toda la población, pero las universidades tienen que cumplir importantes metas en el ámbito académico.
– ¿Cómo enfrenta la URU la falta de insumos y recursos?
– Donde ha pegado más el tema tiene que ver con los reactivos químicos, sin embargo, los estamos obteniendo. Hemos congregado una práctica de los laboratorios de química por esa razón, pero afortunadamente hemos tenido mucha colaboración de las empresas que manejan estos elementos y mantenemos las actividades en los laboratorios de química. De hecho, esta semana estamos recibiendo unos complementos para los laboratorios muy importantes y los estamos comprando con el dólar oficial porque así lo compró la empresa importadora y eso nos ha permitido continuar la dotación en los laboratorios en el área de electrónica y telecomunicaciones.
– ¿Considera que las políticas del Gobierno cercena algunos derechos de las universidades privadas?
– Sin duda el congelamiento que existe hace más de diez años para la inclusión en agenda del Consejo Nacional de Universidades de proyectos de nuevas escuelas y postgrado en las universidades privadas, es una violación abierta de los derechos que tienen las instituciones y las personas de expandir su oferta educativa. La última escuela de pregrado aprobada nacionalmente para la universidad privada fue hace más de diez años y fue la escuela de Telecomunicaciones precisamente para la URU, después de eso no ha habido ninguna más aprobada a nivel nacional.
– ¿Cree que el Gobierno de Maduro trata peor a las universidades que cuando era liderado por Chávez?
– Creo que la política sigue siendo la misma. La política cambió a partir de la gestión del exministro de Educación, Acuña. Fue a partir de esa gestión que se cercenó el derecho a las universidades de ampliar los proyectos de oferta académica. Anteriormente, el funcionamiento de las universidades y su relación con el Consejo Nacional de las Universidades era bastante regular, era normal, pero a partir de hace más de diez años no se consideraban los proyectos de las universidades privadas, es una política que se tomó a un nivel del sector público del Gobierno porque no hay manera, cada vez que hay un nuevo ministro se le hacen planteamientos muy serios, la respuesta es que lo va a analizar y allí queda. Parece una política del Estado de evitar que el sector privado de la educación universitaria se fortalezca, pero no lo han logrado porque ni siquiera el alto nivel de deserción que es muy lamentable en las universidades públicas, ha tocado del mismo modo a las universidades privadas.
– ¿Cómo afecta el cambio constante de ministros de Educación Universitaria a las universidades?
– Por la misma temporalidad, por la corta estancia de los ministro de Educación Universitaria, no ha habido la posibilidad de decidir políticas, que desde el Consejo Nacional de Universidades orienten no solamente la solución de problemas; sino el desarrollo cualitativo de las universidades. Ese cambio constante de ministros ha sido un factor, no el único pero sí incide.
– ¿Desde la creación de la red de universidades privadas en el 2011, qué logros han alcanzado hasta hoy?
– En el sector de las universidades privadas hay varios, las privadas sin fines de lucro y las de propietarios con otros fines, también hay públicas y otras autónomas. Las temáticas de la red no siempre se acomodan a los puntos de vista de todas las universidades.
– ¿Cuál es la responsabilidad de las universidades en estos tiempos?
– Las universidades tenemos la seria responsabilidad de que los estudiantes se sigan formando con todos los recursos que tenemos en profesionales, hay que combatir enérgicamente el fenómeno negativo del sector educativo de la deserción en las universidades, sobre todo en las públicas donde esa situación es aguda. Tenemos que enviar un mensaje positivo constructivo de un nuevo país antes que un mensaje de que se están cayendo. Discrepo de las expresiones de algunos rectores de que las universidades se están cayendo a pedazos, que no sirven para nada porque no es verdad, las universidades venezolanas siguen siendo universidades que compiten perfectamente con las universidades de primer mundo.
Perfil:
Nombre: Jesús Ramón Esparza Bracho
Edad: 67 años
Profesión: Abogado, Doctor en Derecho y Licenciado en Filosofía
Egresado de La Universidad del Zulia (LUZ)
Realizó sus cursos en doctorado en la Universidad Complutense de Madrid
Rector de la Universidad Rafael Urdaneta (URU)
Presidente de la Academia de Ciencias Jurídicas del Zulia
Exvicerrector Académico de La Universidad del Zulia (LUZ)
Exsenador por el estado Zulia en el extinto Congreso de la República
Participó en la segunda etapa de la URU en su mudanza a la actual sede