Solo en dos pediátricos de Caracas atienden casos sospechosos sarampión

(Foto: Archivo)

En los hospitales las vacunas trivalente y bivalente, que previenen la infección viral, también llegan en pocas cantidades

La epidemia de sarampión se diseminó en toda Caracas en cuatro meses. Aunque no hay datos oficiales que registren la magnitud de la propagación, las cifras extraoficiales, obtenidas en los servicios de Infectología y epidemiología de los hospitales de la ciudad, reflejan una realidad que llama a la alerta: solo en apenas dos pediátricos de la capital se atendieron cerca de 710 casos con síntomas probable de la enfermedad que comenzó a diseminarse en la ciudad a mediados de la segunda semana de diciembre del año pasado.

Los datos que maneja el servicio de epidemiología del J.M. de los Ríos indican que, entre diciembre de 2017 y lo que va de abril de 2018, se atendieron 500 casos sospechosos, de los cuales 159 recibieron confirmación del virus por pruebas de laboratorios, de los cuales 60 fueron hospitalizados y se recuperaron satisfactoriamente. Solo se registraron un fallecimiento. “En una guardia pueden recibirse 16 casos con sospecha de sarampión”, indicó una infectóloga del pediátrico.

En el hospital pediátrico Elías Toro de Catia recibieron 210 casos probables, en los primeros cuatro meses del año, pero los médicos no conocen los resultados que da el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel. En otros centros como Domingo Luciani, Hospital Universitario de Caracas y Los Magallanes de Catia atendieron casos con la infección viral entre enero y febrero de 2018. A los hospitales de la capital también han ingresado pacientes provenientes de los estados Miranda y Vargas.

Servicios colapsados

Ante el creciente número de niños con la enfermedad, los cupos de los centro de salud no son suficientes para hospitalizar a pacientes que presenten complicaciones asociadas a la enfermedad. Las 18 camas con las que cuenta el servicio de Infectología del J.M. de los Ríos, la mayoría son ocupadas diariamente con infantes con sarampión.

El espacio quedó reducido y el personal del hospital se vio obligado a habilitar cuatro cupos de la unidad de Caumatología, fue inaugurada a principios el pasado 8 de enero. “En el servicio de Infectología también contamos con un cuarto de aislamiento, de cuatro camas, y hospitalizamos entre cuatro y seis niños con complicaciones respiratorias mayormente, siempre nos quedamos sin cupos”, indicó un infectólogo. Los días en que no hay agua en el hospital no permiten la hospitalización de niños con la enfermedad.

En otro centro asistencial, también, el espacio del servicio de Infectología está saturado, hasta el punto en que las camas destinadas para pacientes con lechina y otras enfermedades infectocontagiosas son ocupadas por pacientes con sarampión. El área solo cuenta con 12 camas en la que hospitalizan a pacientes por dos o tres días.

Con pocos antibióticos

La dotación de antibióticos para tratar complicaciones respiratorias producidas por el sarampión, como neumonías, es intermitente en la mayoría de los hospitales. En el Elías Toro, por ejemplo, no hay suministro de cefalosporina de tercera generación, antibiótico necesario para atender infecciones respiratoria; y son atendidos con antimicrobianos que, generalmente, no tienen el mismo efecto para combatir la infección.

Las fallas en antibióticos también es una constante en el J.M. de los Ríos, Los Magallanes de Catia y el Hospital Universitario de Caracas. Los centros de salud tampoco cuentan con suministros de vitamina A para darle a los pacientes que están desnutridos y, así, evitar que tengan complicaciones oculares por el sarampión. “Recibimos hace días dos niños, menores de seis meses, con desnutrición a los que no les pudimos dar vitamina”, señaló un infectólogo del Elías Toro.

En los hospitales las vacunas trivalente y bivalente, que previenen la infección viral, también llegan en pocas cantidades. En algunos centros de salud pueden pasar meses sin recibir dosis, publicó El Pitazo.  

Visited 2 times, 1 visit(s) today