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Los mercales de San Francisco estaban abarrotados de compradores este viernes. Un cargamento de leche en polvo arribó a los módulos tipo I y movilizó a los vecinos concentrados adentro del establecimiento porque afuera está prohibido hacer colas según decreto municipal. Los consejos comunales organizaron la venta por lista de compradores predeterminados.
El producto llegó al municipio de acuerdo a la distribución que aprueba la coordinación del Mercado de Alimentos Zulia. Desde hace dos meses, los únicos centros de ventas del lácteo en recibir inventarios se reporta a las redes públicas: Mercal, Pdmercal y Bicentenario. El sector privado debe esperar la autorización de despachos de la Corporación Casa, ente encargado de la importación del alimento.
Ayer, en la parroquia San Francisco de la jurisdicción sureña, los habitantes corrieron a abastecerse. Sin el producto debieron devolverse quienes no estaban en lista de los consejos comunales del sector. Gritos se escucharon en la calle por el descontento de vecinos que aguardaban para adquirir un sobre de leche en polvo, marca Casa, a precios subsidiados a 70 bolívares, y veían cómo otros entraban sin control evadiendo la formación.
La presencia de leche en los anaqueles de supermercados depende de la programación del Ministerio de Alimentación que a través de la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas libera inventarios a las cadenas.
La líquida no dura
En Maracaibo las ventas controladas de leche también se registran en Mercal. En los automercados privados fallan las colocaciones de pedidos. Los consumidores avivan la caza de leche líquida ante la escasez. En las panaderías no dura la exhibición en las neveras.
Héctor Zavala, trabajador, aseguró tener “meses, desde el año pasado, sin conseguir leche en polvo. La última vez que compré fue en Bicentenario de 5 de Julio”. Recordó que el sobre tenía un precio de 74 bolívares. Fue la última vez que tomó el lácteo.
Carmen González, encargada de panadería, explicó que esta semana dos proveedores surtieron en el negocio. “Hace un mes fue difícil, solo uno vino, trajo dos cajitas y se acabó. Ahora también, no dura ni una hora el cartón cuando los clientes se lo llevan”.