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Debes recordarte contra qué se alzó Hugo Chávez en su intento de golpe de Estado en 1992, comparar aquella Venezuela con la de hoy, e incluso, con la del 2012 mientras aún estaba vivo. Los desmanes eran la corrupción, la pobreza y los privilegios de las clases gobernantes ¿Cómo te parece que se encuentran esos problemas hoy? Creerás que te escribe un opositor y no es así, te escribe un venezolano desde su fibra más íntima de su agitada nacionalidad.
La inflación promedio durante la IV República fue de 70 por ciento; desde que el chavismo llegó al poder la inflación promedia 17 mil por ciento, es decir; en 1998 con dos mil 500 bolívares te podías comprar un carro; hoy con esa misma cantidad de dinero solo puedes comprar seis huevos o menos. En el 98 el hampa asesinaba cuatro mil venezolanos, hoy día asesina 30 mil por año, convirtiéndonos en el país más inseguro del planeta. Los servicios públicos como la salud presentaba sus fallas, pero la medicina venezolana era reconocida como una de las mejores de la región; en 2017 nuestros hospitales solo son centros de acopio de enfermos, donde menguan, nuestra medicina ha retrocedido al menos 50 años.
El Gobierno señala que su fuerte han sido las políticas sociales, ¿será verdad?. Las políticas sociales deben tener como principal objetivo la superación de la pobreza, pero ocurre todo lo contrario, la condena con “ayudas” económicas que no cubren la cesta básica. En las misiones educativas el adoctrinamiento es lo que más importa impidiendo que las familias puedan superarse “y volverse escuálidos” como una vez lo confesará en un exceso de franqueza el hoy jefe de la fracción del PSUV en el Parlamento, diputado Héctor Rodríguez.
El chavismo en estos largos 18 años ha gobernado solo ¡No ha habido oposición! Cada vez que pierde una Alcaldía o Gobernación le quita las competencias; le desvía los recursos o como en el gravísimo caso de la Asamblea Nacional, que no se conformó con quitarle la mayoría calificada de 112 diputados sino que la inhabilitó de la manera más vulgar, jurídicamente hablando.
El Ejecutivo nacional continúa aprobando inconmensurables recursos para financiamientos de obras, viviendas, empresas de producción social, etc. sin que en la realidad se observe la inversión; lo único que puedes palpar es una Venezuela cada vez más cara, insegura, colmada de escasez, donde para cada fracaso hay una excusa fantástica del Gobierno ¡Ya basta amigo chavista!