El presunto homicida, Néstor Luis Barboza Chourio, huyó mientras su novia Ana Gabriela Meleán agonizaba en el Hospital Adolfo Pons. El presunto homicida, Néstor Luis Barboza Chourio, huyó mientras su novia Ana Gabriela Meleán agonizaba en el Hospital Adolfo Pons
La molestia que tenía Néstor Luis Barboza Chourio con su novia Ana Gabriela Meleán Villalobos, ambos de 20 años, le hizo perder los estribos y dispararle luego de discutir en su casa en el barrio Don Rómulo Gallegos, parroquia Coquivacoa.
En la casa 18-120 de la avenida 11 del barrio peleaban ayer, a las 2.20 de la madrugada, los dos jóvenes. Los testigos le explicaron a los detectives de la Policía científica que la pareja reñía desde temprano, en un momento, Néstor buscó una pistola y le disparó. El proyectil la hirió en el hombro izquierdo y siguió hasta su cuello.
Los Barboza al escuchar la detonación corrieron hasta donde se encontraban los novios, montaron a Meleán en un carro y la llevaron hasta el Hospital Adolfo Pons, pero a los minutos murió. El muchacho aprovechó la confusión para escapar. Hasta el cierre de esta edición se desconocía su paradero.
Los familiares de Néstor dejaron a la herida en el centro de salud y regresaron a su casa. Ayer, a las 10.30 de la mañana, Adela Chourio, madre del homicida, explicaba que desconocía los motivos por los que su hijo disparó contra su prometida.
“Néstor no estudió por problemas psicológicos que no especificó la progenitora”. Desconocía pormenores del hecho. “Estaba durmiendo cuando sonó el disparo”. Apenas le comentaron que la muchacha había fallecido se desmayó. Quienes la acompañaban la acomodaron en una silla y la reanimaron.
Los parientes no explicaron de dónde sacó el joven la pistola, pero dijeron que trabajaba como albañil con su padre. La Policía científica evaluó la herida ocasionada en la joven, se entrevistó con las familias y llevó el cadáver hasta la morgue forense para la necropsia. Manejan el caso como un crimen pasional y dieron inicio a la búsqueda de Néstor Barboza.