El salario mínimo en Venezuela, fijado por el gobierno condena a los trabajadores del país suramericano a la pobreza extrema. Pues se ubica en 1,20 dólares diarios, por debajo del umbral de la miseria que estableció la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) la ONU explica que la pobreza extrema es medida por un ingreso diario inferior a 1,25 dólares estadounidenses y como tarea primaria, llamó a los Estados miembro a erradicar esta problemática más tardar en 2030.
Hoy Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo del planeta, ofrece a su sector productivo un ingreso que le mantiene en la miseria justo en medio de una severa crisis económica que se traduce en hiperinflación, escasez generalizada y la depauperación de todos los servicios.
El control de cambio que rige desde 2003 en el país suramericano, que otorga el monopolio de las divisas al Estado, ha arrojado al menos dos formas de comparar el poder adquisitivo de los ciudadanos según la tasa oficial o de acuerdo al mercado paralelo que define en la actualidad casi la totalidad de la actividad económica.
Así, un dólar estadounidense cuesta desde el viernes 144.000 bolívares según el Banco Central (BCV), por lo que el salario mínimo integral -5.196.000 bolívares- equivale a 36 dólares, casi la mitad de la relación oficial entre la moneda estadounidense y la local del mes pasado cuando el Ejecutivo decretó este monto mensual, que ha sido subido cuatro veces este año.
Sin embargo, también en junio el Gobierno autorizó las operaciones a tres casas de cambio privadas que desde entonces compran pero no venden monedas convertibles y donde un dólar se paga hoy en 2 millones 500 mil bolívares, 17 veces más que el oficial Dicom y más cercano al precio de estos días en el mercado paralelo ilegal.
Con este complejo panorama, el salario mínimo integral podría calcularse en 2 dólares mensuales si se usase la cotización de las casas de cambio, pero estas operadoras no venden divisas y el Estado solo reconoce una única tasa; la oficial Dicom.
No obstante, este mecanismo que arrancó en febrero y que consiste en asignación de divisas mediante subasta dejó de informar hace semanas quiénes resultaron merecedores de los billetes “preferenciales” y solo se limita a indicar el precio oficial del euro y el dólar en Venezuela.
La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) asegura que el Gobierno no está asignando divisas a ningún ciudadano o empresa privada por lo que casi todas las importaciones se están haciendo con dólares comprados en el mercado paralelo que luego se traducen en productos más caros.