Actividades con la comunidad empezarán en las próximas semanas. Monseñor Ubaldo Santana, Arzobispo de Maracaibo, presidió la misa. Fieles asistieron a la misa y fueron testigos de la lectura del decreto
Con una eucaristía que inició a las 8.00 de la mañana, presidida por el Arzobispo de Maracaibo, Monseñor Ubaldo Santana, se oficializó la firma de un decreto la celebración del Año Jubilar de la parroquia Eclesiástica Santísimo Cristo de San Francisco en el marco de la celebración de los 150 años de fundada.
Desde ayer hasta el cuatro de octubre del 2016 se llevarán a cabo las actividades que contará con la asesoría y dirección del Párroco, presbítero Leonardo López Quintero y el comité organizador. Fieles y miembros de los grupos y movimientos religiosos que hacen vida en la parroquia presenciaron la firma, compartiendo aplausos y buenos deseos por el satisfactorio cumplimiento de la celebración y los fines que se desean alcanzar.
Renovación pastoral
En el marco del año jubilar aprovecharon la ocasión para lanzar el “Proyecto Arquidiocesano de Renovación Pastoral”, el cual es un proyecto de espiritualidad en la línea del Vaticano II (1969), de los documentos latinoamericanos, especialmente de Aparecida (2007) y del Concilio Plenario de Venezuela (2006), que busca la participación de todos: obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, laicas y sociedad civil.
El arzobispo dijo que el proyecto trata busca que las comunidades sean más participativas, protagonistas y co-constructoras de la vida cristiana en todas sus dimensiones, “particularmente en el aspecto familiar y social y en todo lo que lleva la conformación de nuestra sociedad”.
José Espina, secretario del comité de liturgia y director de catequesis, comentó que con la firma del decreto se darán inicio a la actividades propias del año jubilar así a las del proyecto.
Buenos augurios
Como muestra de su agrado hacia las Monseñor Ubaldo Santana, expresó sus buenos deseos hacia la comunidad, “espero que el año jubilar se transforme en un año para renovar la fe en Cristo Jesús, como el centro y el eje de toda la vida cristiana. Que el año también se acople con el año de la misericordia para que la parroquia en todas sus expresiones sea signo de la ternura de Dios hacia los más necesitados”.