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Baralt. Rafael Ramón González, de 28 años, cayó en la trampa de sus homicidas. A las 9.00 de la mañana de ayer lo llamaron desde afuera de su casa, en el municipio Baralt. Al salir le propinaron al menos cinco balazos y murió inmediatamente.
Según parientes, el muchacho estaba en su vivienda junto a su hermana cuando tres hombres con actitud sospechosa y a bordo de motocicletas llegaron a su casa. Uno de ellos lo llamó por su nombre. Se asomó por la ventana para saber quién lo solicitaba y se percató de que todos portaban armas de fuego.
La hermana de Ramón al observar a los homicidas insistió para que este no saliera. A pesar de rogarle en varias oportunidades, la víctima hizo caso omiso y los enfrentó. Sin mediar palabras, los desconocidos desenfundaron sus armas y le dispararon.
Al cadáver se le contabilizaron cinco heridas de bala: dos en el pecho y tres en la cabeza. Se desangró en el frente de su vivienda. Se conoció que su hermana intentó persuadir a los homicidas para que no lo asesinaran, pero estos la amenazaron con un arma.
Los parientes que permanecían en las afueras de la morgue del Hospital General de Cabimas señalaron que la víctima era albañil y tenía dos hijos. Desconocen si tenía enemigos y porqué lo mataron.