El cadáver del ferretero Alexis Rafael Martínez Sánchez, de 46 años, lo encontraron en un terreno en la avenida 34 con carretera J de Cabimas. La Policía investiga a la pareja que alquilaba un anexo de la residencia de la víctima. El ferrero desapareció desde el 9 de junio luego de que los vecinos vieran a sus arrendatarios saltarse la cerca
Descuartizado, quemado y enterrado detrás de un rancho de latas, en un terreno de la avenida 34 con carretera J de Cabimas, hallaron sin vida a Alexis Rafael Martínez Sánchez (46), ferretero que desapareció hace 22 días. Los principales sospechosos son unos esposos, a quienes les alquiló un anexo de su casa y con quienes discutió por el pago del alquiler.
De Martínez se tuvo información por última vez el 9 de junio a las 6.00 de la mañana. Minutos después, sus vecinos vieron a Javier Muñoz (33) y su mujer se saltarse la cerca perimetral de su ferretería, donde tenían su pieza alquilada.
Los hijos comenzaron la búsqueda ese día. No entendían la desaparición si en su casa y en el negocio todo estaba normal, no se robaron nada ni había cerraduras violadas. Lo calificaban como intachable, trabajador y sin enemigos. A principios de junio discutió con sus inquilinos, quienes le adeudaban el alquiler. Subió hasta la pieza y les reclamó el pago. Les advirtió que de no cancelarle debían desalojar.
A la pareja, quien vivía ahí junto a una bebé, no les gustó que les llamaran la atención y aseguraron que eso no se iba a quedar así, comentó un familiar.
Lento
Los policías no cesaron las investigaciones y no fue hasta la noche del martes cuando hallaron evidencias de un posible homicidio. Según las pesquisas, al ferretero lo estrangularon, lo quemaron en una pipa, lo cortaron en partes. Luego en compañía de una tercera persona, apodada "Andresito", lo llevaron al rancho donde iban a enterrarlo, lo picaron.
"A la dama la interrogaron varias veces hasta que confesó el homicidio. Su pareja y el ayudante huyeron. Ella permanece bajo custodia policial hasta que se terminen las investigaciones", acotó un oficial.
Efectivos de la Policía científica desenterraron la osamenta del comerciante para hacerle los estudios correspondientes.
Martínez Sánchez tenía su residencia en la avenida 32 junto a sus hijos, pero desde que su esposa falleció en un accidente de tránsito hace varios años decidió vivir sólo en la casa que estaba en el negocio que forjaron juntos desde que iniciaron su relación. Habilitó una pieza de lugar para arrendarlo y obtener más ingresos y al llegar la pequeña familia no dudó en aceptarlos.