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Con la partida de los Cachorros de Chicago de la Venezuelan Summer League y la cancelación de este torneo, debido a la existencia de solo tres equipos, el escenario de los chamos que aspiran a firmar con una de las 30 de organizaciones de las Grandes Ligas oscureció incluso más.
La desaparición progresiva de las academias de Major League Baseball, principalmente por la crisis del país, ciertamente marcó un antes y un después entre los noveles venezolanos. Pero la ausencia de la liga de verano por primera vez desde 1997 merma la oportunidad de aquellos que no tienen las aptitudes de un prospecto de élite y a sus 18 o 19 años son relegados a que una repentina explosión de sus herramientas convenza a un cazatalentos.
“Esto les quita mucha oportunidad a muchachos que pueden ser firmados con 17, 18 o 19 años porque no hay academias para meterlos ahí y darles el chance de que jueguen”, dijo el supervisor de scouts en Latinoamérica para los Filis, Jesús “Chalao” Méndez, a La Verdad por vía telefónica.
El exinicialista recordó a Víctor Martínez, quien se unió a Cleveland alrededor de las 18 primaveras, como uno de los grandes nombres criollos en las Mayores que les sacaron provecho a las mencionadas escuelas. También nombró a Magglio Ordóñez y a Sergio Escalona, cercano a los 20 años cuando firmó al profesional con Filadelfia, en el 2004.
Quisqueya, la salvación
Tras la falta de recintos para el desarrollo de jóvenes piezas en suelo patrio, República Dominicana se convirtió en el lugar donde los semilleros formen nuevos prospectos de la región latinoamericana. Todas las organizaciones de la Gran Carpa tienen al menos una sede en tierra quisqueyana; el total hasta ahora es de 39 clubes.
“Creo que no van a tener chance los peloteros que son de segundo o tercer nivel, porque es difícil llevárselos a Dominicana, es más costoso para la organización. ¿Cómo llevo yo a un chamo de 18 años a Dominicana?”, se preguntó una fuente ligada a los Yankees de Nueva York que conversó con este rotativo. “Los equipos que tenían academia aquí lo metían aquí, pero eso se está acabando”.
A este miembro de los neoyorquinos le resulta utópico que el histórico conjunto, que dejó Venezuela a comienzos del 2000, vuelva a sentar bases en el país. “Estamos lejos de eso. Aquí (en Venezuela) no garantizan nada, lo primero es la cuestión de la inseguridad. Ese tema (de regresar) ya ni se los toco a los Yankees, al principio había momentos en los que querían volver, pero ahora ni se habla de eso”.
Un personaje anónimo vinculado a los Cachorros, divisa cuya salida provocó el cierre de la VSL, ve positiva la mudanza obligada de los chamos a la tierra del merengue. “Es un bienestar para los muchachos en cuanto al nivel de competición, solo había cuatro equipos en la Summer League. Veían dos y tres veces a un equipo en la misma semana. Allá (en Dominicana) es totalmente diferente.
¿Peligra el desarrollo?
Cada vez es más alta la cantidad de criollos que recibe el ansiado llamado al big show o que figura entre la listas de promesas de las diferentes escuadras.
Muestras de ello fueron los 40 nativos que jugaron por primera vez en Grandes Ligas entre 2014 y 2015, además de los cuatro que hoy son los mejores prospectos de sus conjuntos según la revista Baseball America: Gleyber Torres, de Cachorros; Franklin Barreto, de Atléticos; José Peraza, de Rojos; y Orlando Arcia, de Cerveceros.
Ante el caos que viven las academias y la liga de verano en el país, lógicamente nace la interrogante de si el desarrollo peloteril en el que se mantiene Venezuela entrará en una zona de peligro o no. El “Chalao” considera que, aunque “disminuye la oportunidad de los jóvenes” que no son de primer nivel, “no bajará la cantidad de peloteros que llegue a las Mayores”.
“Los peloteros seguirán saliendo. Las organizaciones están claras de que aquí en Venezuela hay mucho material y por eso nunca descuidan este mercado”, siguió Méndez. “Este año se van a firmar más peloteros que el año pasado, cada año firmamos más peloteros de aquí. Se están enfocando mucho en Venezuela”.
El presente luce cada día más distante de aquel pasado que albergó a 28 escuelas y redundó en figuras como Bob Abreu, José Altuve y Ordóñez. Pero hay esperanzados y creyentes, como los Filis, de que más pronto que tarde retornen las academias que marcaron el paso de una generación criolla por la Gran Carpa.
Cifras
4 equipos disputaron la última edición de la Venezuelan Summer League, en 2015.
39 clubes, hasta ahora, participarán en la venidera campaña de la Dominican Summer League.
28 escuelas fue la máxima cantidad que tuvo el país, donde inició la liga de verano en 1997.
40 peloteros criollos debutaron en Grandes Ligas entre 2014 y 2015.