Tanta
La señora Delcy Rodríguez, canciller de la República solicitó protección para Palestina en la Organización de la Naciones Unidas, condenando los ataques que ha sufrido esa región en los últimos días. Al iniciarse el pronunciamiento, la polémica dama lucía un elegante traje gris de chaqueta impecable, denotando alta y fina costura, distinguido collar de moderadas perlas y lentes de fina pasta, propios de mujeres intelectuales, apasionadas y profundas que solo usan esta indumentaria fascinante y arrolladora para ocasiones como ésta. Escenarios amplios y controversiales, donde es muy fácil lucir indumentarias sobrias y hablar y exponer sobre diatribas foráneas, obviando y olvidando problemas puntuales de su patria Venezuela, nación que en la actualidad sigue estando en primer lugar de homicidios junto a Honduras y El Salvador y nos convierte en una guerra permanente, tan igual o peor a la padecida en territorio palestino.
Está bien vestir de elevada factura, de grises luminosos, blancas y glamorosas camisas y evidente buen gusto y que cuando disertes, de tu boca desprendas vehemencia y seguridad, siempre y cuando sea para recordar que la inseguridad vivida por los venezolanos es uno de los principales problemas que aquejan a la población, revelando cifras espeluznantes semanales de muertos en las principales ciudades, así como las interminables noticias de secuestros, robos, hurtos, violaciones y decenas de delitos que se erigen como parte de la vida cotidiana, repitiendo Caracas como la segunda ciudad más violenta del mundo, después de la urbe hondureña de San Pedro de Soluz.
La canciller en cuestión, toda decorativa, imbuida de una gran dosis de humanidad, hizo un llamado al Consejo de Seguridad de la ONU a interceder para concretar un cese de la violencia por parte de Israel contra el pueblo palestino, ignorando que sus hermanos venezolanos estamos acorralados, invadidos y agredidos por la delincuencia en todos los órdenes. La vida diaria en esta patria de nadie, es andar alerta, cuidándonos de un hampa cruel y desproporcionada, armada mortalmente hasta con granadas, igual o exacta al más cruento enfrentamiento bélico mundial.
“Hacemos un llamado al Consejo de Seguridad para que se pronuncie cuanto antes, para exigir a Israel que ponga fin a este nuevo ciclo de violencia”, enfatizó con ímpetu la Canciller, asegurando poseer el mérito de que con su sola presencia está en capacidad de solucionar el enrevesado e histórico conflicto palestino. Mientras tanto, los venezolanos hemos recorrido 23 fracasados programas de seguridad los últimos 16 años, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Violencia, a pesar de la OLP, registramos una tasa récord de 60 muertes violentas por cada cien mil habitantes, con ausencia de políticas de seguridad ciudadana coherentes, retrasos en la publicación de indicadores estadísticos y las constantes rotaciones en la titularidad del Ministerio para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz. Tanta elegancia abruma para hablar de Palestina ¿y Venezuela qué?…