Análisis en proceso revelan que los mayores daños no fueron por el evento inicial sino por las tres réplicas sucesivas que evidenciaron la descoordinación de las protecciones del SEV
Un poderoso sismo eléctrico sacudió a Venezuela en casi su integralidad el pasado jueves 7 de marzo a las 4:42 minutos de la tarde, como consecuencia del Caos Eléctrico Nacional que hemos venido anunciando a través de estas columnas. Ese cataclismo inicial derivó en tres replicas que sacudieron severamente a los sistemas de transmisión y distribución causando destrucción al ya deteriorado Sistema Eléctrico Venezolano, SEV. Ayer a siete días, lo que podemos decir innegablemente que nos queda un SEV con más degradación que antes del evento inicial.
Las autoridades políticas y eléctricas nacionales, no tardaron en explicar sin el tiempo suficiente para analizar, inmediatamente recurrieron a la rayada excusa del sabotaje, poniéndole un turbo de ciencia ficción y decir que este era un acto de agresión del “imperio” inventando fabulas a través de la magia de Hollywood, para hacerse pasar por la víctima cuando ellos son los victimarios de la nación.
Tenemos además de daños materiales, daños no resarcibles, pérdidas de vidas por la falta de electricidad derivada del acumulado de daños que indujeron un evento detonante, que se le oculta al país (verdadera causa raíz técnica) nos ratifican que el régimen ha mostrado su lado más oscuro a través del continuado vapuleo de SEV, resultando en un arma de exterminio masivo contra los más indefensos y la economía nacional, en síntesis un crimen de lesa humanidad.
Análisis en proceso revelan que los mayores daños no fueron por el evento inicial sino por las tres réplicas sucesivas que evidenciaron la descoordinación de las protecciones del SEV y la disfuncionalidad de cúpula de Corpoelec en la recuperación. La alta criticidad y poca frecuencia de esta contingencia, requieren más que procedimientos, simulaciones para asegurar que las destrezas operacionales estén a punto, en caso que lo impensable llegase a ocurrir.
Inimaginables daños al PIB -30 % PIB, 36 años de atraso en menos de seis años. Se impone una Comisión de la Verdad, para establecer hechos, responsabilidades y recomendaciones que eliminen esta recurrencia inadmisible.
¡Pa´ lante que para atrás espanta!