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La crisis económica nacional, ha traído como principal corolario la pérdida del poder adquisitivo del venezolano, ¿Se puede satisfacer la necesidad alimentaria del grupo familiar con una cesta ticket? Ya se sienten las secuelas de la crisis, incluso en la salud del venezolano y se ha vuelto común entre nosotros la aparición de úlceras erosivas estomacales, pérdida de peso, herpes en la piel, entre otros, como consecuencia del constante estrés emocional en que vive atrapado el venezolano de hoy “cual calvario colectivo”, no se trata de un mero debate ideológico, lo prioritario es revertir esta pavorosa tendencia que hoy aturde a la familia venezolana.
Se agudiza la escasez de medicamentos, especialmente para pacientes con síndromes de diabetes e hipertensos, y el acetaminofén tan buscado por estos días a propósito de la aparición del virus del Zika, y el retorno del chikunguña. Lo que sucede con los laboratorios farmacéuticos es ciertamente alarmante, están laborando al 10 % de su capacidad, debido al abrupto recorte en la asignación de divisas, y qué decir de las industrias procesadoras de pollos tomadas por militares desde mediados del año 2015 ¿Ha mejorado la producción del pollo? ¿Se vende ahora a precios justos el pollo? Por el contrario, la merma de la oferta y los altos precios han profundizado la ausencia de este codiciado alimento en la mesa del venezolano.
En las precarias condiciones que vive el venezolano de hoy, para no rendirse ante la desesperanza y el infortunio, hemos retornado “cuál círculo vicioso” a la época en que el limón era usado como desodorante y hasta el mismísimo borocanfor; el bicarbonato ha sido el relevo ideal de la crema dental, hoy se recicla hasta la borra del café, para rendir este plácido brebaje. ¿Vivimos tiempos de progreso o de retroceso?
Ya se describen por cantidades los vehículos varados por los altos precios de los cauchos y repuestos, ha comenzado agudizarse la crisis del transporte público. Las deficiencias en el servicio eléctrico y el servicio de agua potable igualmente han hecho estragos entre la población; y hasta ahora el Gobierno nacional sigue empeñado en evadir su nivel de responsabilidad en esta crisis actual y solo recusa ante la critica colectiva popular, para tratar de sostener un modelo económico que solo ha causado una estrepitosa caída en la calidad de vida de los venezolanos.