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Una de las propuestas formuladas por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), en relación a la creación de la Comisión de Alto Nivel para la Sustitución de Importaciones tiene que ver con la titularización de la deuda que alcanza nueve mil 925 millones de dólares que mantienen los industriales con sus proveedores internacionales, de manera que se pueda restablecer la confianza y el crédito externo para seguir adquiriendo la materia prima importada que se requiere. Si el Gobierno asume la deuda como debe ser, permitiría oxigenar la situación extremadamente complicada de las industrias, ante los problemas de inventarios. El problema se complica por los temores de default de la banca internacional, por el costo de los intereses.
Otra propuesta digna de considerar, es revertir los procesos de estatización de industrias, en manos del sector público, todas ineficientes y que regresen al sector privado. Así mismo, considerar una flexibilización del control de precios para acercarlos a los costos reales, lo que aumentaría la producción, la oferta y el nivel de precios se equilibrarían de forma natural, y diseñar subsidios directos de cara a la eliminación de este control, en los productos más críticos se puede sustituir el precio bajo por un subsidio directo a los consumidores que no puedan pagar más.
Quizás, la propuesta más sustancial que contiene el documento de Conindustria por ante la Comisión de alto nivel para la Sustitución de Importaciones, está dado por la solicitud de la modificación gradual del control de cambio, con legalización del mercado paralelo que opere de manera transparente a través de la banca, para estimular la competitividad de la industria local. Así mismo, apoyan la propuesta de enlazar los centros tecnológicos y científicos con la industria, para elevar la producción a través de los centros de investigación y las universidades. Estas propuestas son factibles y lo que se requiere es voluntad política. Eso creemos.