Existe
Los milagros son producto de la divinidad y la fe, de la deidad que se incuba y desarrolla en colectividades de diferentes estratos y conglomerados humanos de diferentes tipos de culturas, naciones y religiones para alabar la omnipotencia en Dios.
Todo nacido en la especie humana, posee de manera inmanente, igual inteligencia. El desarrollo de la misma está sujeto a causas, devenires, circunstancias y condiciones fisiológicas que atañen al ser. Quiere decir, que la inteligencia evoluciona de acuerdo a los avatares o afecciones que enajenan la capacidad intelectual del individuo.
Es una transformación genuina, pero condicionada e interiorizada, dependiendo de eventos, situaciones y características que involucran la cotidianidad del individuo, en un ambiente que le otorga los elementos necesarios o no para su desenvolvimiento peculiar. Pero la fortaleza, contenido e intensidad de los mismos, es la que determina como ha de coadyuvar o afectar -somera o radicalmente- la mentalidad del mismo.
Esta circunstancia se circunscribe a las vivencias del individuo, causadas o devenidas de diferentes factores, las más de las veces por volición de intereses externos o involuntariamente, dependiendo del ambiente o ecología del paisaje. Sin embargo, existe dentro de toda esta amalgama de factores, una condición muy importante que podría con toda propiedad adjudicársele a la genética.
El doble propósito altruista del Gobierno, se ilumina por la labor de estos profesionales, de manera impoluta y noble. Felicitaciones doctores, residentes y personal de Oftalmología del Sahum. Las manos de estos profesionales han sido bendecidas para hacer verdaderos milagros.