miércoles, diciembre 11, 2024
InicioTolerancia ce...

Tolerancia cero

-

El Gobierno recurre a triquiñuelas ilegítimas para desaparecer adversarios; para llevarlo a cabo requiere muchos aliados y los tiene

Impresionado por las palabras más soeces que me han dicho en toda mi vida, reflexiono sobre las actitudes de las personas con las cuales nos corresponde convivir en este hermoso país que, según mi criterio, sería el mejor país del mundo sin… y todavía creo, que es el segundo mejor país del mundo con…

La polarización estimulada desde los dos lados, en aparente disputa, ha contribuido a crear una intolerancia extrema, donde cualquier cosa que se haga o diga, es suficiente para desatar la ira de los fanáticos de uno u otro bloque, según sea el caso. Lo paradójico del tema es que cada uno de los dos flancos en controversia necesita al otro para su propia subsistencia y por tanto, podrá zarandearlo o agredirlo pero nunca intentará desaparecerlo, porque si lo hace, se estaría quitando el respirador artificial que le garantiza su existencia.

Las presiones surgen de los dos costados, el Gobierno recurre a triquiñuelas ilegítimas para desaparecer adversarios; para llevarlo a cabo requiere muchos aliados y los tiene: el CNE le corta y cose trajes a su medida, el TSJ le fabrica decisiones y luego crea la jurisprudencia, la Fiscalía inicia averiguaciones a personas incómodas, la AN destituye a diputados opositores, en franca violación a la Constitución nacional, la Contraloría controla solo a los opositores duros y la Defensoría del Pueblo, ya no recordaba que existía. Sin contar una frase que acuñó el difunto y que ahora la comparten por igual ambos interlocutores: “los volveremos polvo cósmico”.

En el otro lado de la acera, como no cuentan con el favor que proporciona el poder, recurren a métodos más elaborados, es así como las inhabilitaciones morales se multiplican día a día: apátridas, tarifados, traidores, vendepatria y otras frases altisonantes, figuran entre los epítetos que profieren los que defienden a este lado de la balanza. Mientras esto sucede, Venezuela está cansada de esperar propuestas y soluciones a sus graves problemas, pero los que ejercen la dirección política, que no es liderazgo, parecen no darse cuenta que tal como ocurrió en la década de los 90, la energía política anda rodando por las calles buscando un acumulador que le entregue un cable a tierra y cuando lo encuentre, en forma similar a 1998, la ola pasará por encima de quienes no quisieron interpretar los sueños de bienestar, esperanza y libertad, atesorados por la gente.

Visited 1 times, 1 visit(s) today
- Publicidad -

Lo Más Leido