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Su vida va a cambiar, pero en su club tampoco nada será igual: Francesco Totti, después de 25 años en el fútbol profesional, vivió el domingo en el Olímpico su último partido con la Roma, su equipo de toda la vida, que pierde a un emblema eterno.
“Ya está. El momento ha llegado”, declaró el “Rey de Roma”, con micrófono en mano y lágrimas en los ojos, después de la victoria 3-2 ante el Génova, que permitió a la Roma ser subcampeona y clasificarse directamente para la fase de grupos de la próxima Liga de Campeones.
“Me quito esta camiseta por una última vez, aunque no estoy preparado y no lo estaré nunca. Esta vez tengo miedo, no voy a tirar un penal. Esta vez los necesito”, dijo.
Justo antes, Totti había dado una larga y lenta vuelta de honor. En la primera parte de la misma aguantó bien emocionalmente, pero luego se derrumbó y comenzó a llorar.
Antes del partido frente al Génova, la Curva Sur, donde se sitúan los ultras de la Roma, había desplegado un mosaico con un mensaje claro: “Totti es la Roma”.
Las primeras pancartas ya se podían ver el jueves delante del Coliseo (“Te vas del campo únicamente para entrar en la leyenda”) o el sábado en Trigoria, cerca del centro de entrenamiento giallorosso: “Para nosotros serás siempre un sol que nunca se oculta”.
En 25 años de carrera con la Roma, Francesco Totti marcó 250 goles en la Serie A en un cuarto de siglo en el que vio desfilar a cuatro presidentes de la República de Italia, mientras él se convertía en “Emperador” romano. Totti acabó su carrera internacional con la Azzurra tras proclamarse campeón del Mundo en Alemania-2006.
Con los 250 goles en Serie A, termina quedándose a 24 del récord absoluto en el Calcio, que tiene Silvio Piola (274). También facturó 91 penales en 113 intentos, con lo cual mantiene ese récord en Italia.