
La convención colectiva está vencida desde octubre del año pasado. La masa laboral exige que la discusión no se realice a sus espaldas. También exigen revalorización de la TEA, mejoramiento en el servicio médico e indumentaria para ejercer sus labores cotidianas
“Ni un kilo de arroz podemos comprar con lo que devengamos semanal”, así comenzó la historia de Carlos Azuaje, trabajador de Talleres Centrales de Petroleo de Venezuela, en La Salina, Cabimas, Costa Oriental del Lago. El hombre, al igual que el resto de sus compañeros participó de una marcha que partió desde las instalaciones petroleras hasta el monumento del trabajador ubicado en el sector Nuevo Juan. Exigen la discusión y firma de la convención colectiva, vencida desde el pasado mes de octubre.
El sueldo base de un trabajador petrolero es de 112 mil bolívares semanal, mientras que la asignación en la tarjeta alimentaria (TEA) es de 486 mil. Dinero que se convierte en sal y agua a la hora de adquirir los productos de la cesta básica.
Julio Sánchez, Darwuin Gómez, Eduardo Salas, Eudo Sibada, Sergio Soto y Gaudy Colina del Sindicato de Trabajadores Petroleros en la Costa Oriental del Lago (Sibotippecol) acompañaron a la masa laboral durante la marcha en la que también exigieron la realización de las elecciones de la Federación de Trabajadores Petroleros en Venezuela (FUTPV).
“La convención colectiva no se debe discutir con una federación que no representa a nadie, además es una discusión que se realiza a espalda de masa laboral. Es una discusión de contrato que está secuestrada. Le hacemos un llamado al presidente de PDVSA que baje a escuchar las bases y para que observe el deterioro de las instalaciones”, dijo un representante sindical.
Los trabajadores también explicaron que exigen el mejoramiento del servicio médico. La clínica adscrita a la industria no posee los insumos suficientes para atender a los usuarios y las clínicas privadas rechazan al paciente de PDVSA puesta que la empresa está morosa. También exigieron la dotación de la indumentaria para ejecutar las labores cotidianas en la empresa.