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Andrés Ponce (La Cañada, Zulia, 11 de noviembre de 1995) está experimentando, pese a su juventud, un renacer en Italia. La Sampdoria, en su categoría primavera, está disfrutando del poderío artillero del talentoso delantero que supo maravillar a Sudamérica en 2013, cuando fue el máximo cañonero del campeonato continental sub17.
Con la polémica de su edad al margen, Ponce se deslastra, con base en goles, del estancamiento que padeció en el Olhanense (Portugal). El pasado sábado el criollo marcó un doblete ante la filial de la Juventus y un día después sostuvo un mano a mano con La Verdad para analizar su esperanzador presente.
“Estoy contento porque voy retomando mi confianza poco a poco, en cuanto al roce de partidos y también por el hecho de anotar”, comenta Ponce, quien ya suma cinco anotaciones con la Samp en la Copa TIM Primavera. Su escuadra marcha séptima con 10 puntos en siete fechas.
“Este campeonato es como una Segunda B”, detalla Ponce, “pero con un ritmo bastante exigente y con muchos jóvenes”, acota. Precisamente, el venezolano es el jugador más “veterano” de la escuadra que dirige Marco Masi, cuyo promedio es de 18 años.
Ponce confiesa con tranquilidad el reto que alimenta día tras día. “La intención es poder ir al primer equipo en el mediano plazo. Conforme vaya mi rendimiento, cada fin de semana”, comenta el ariete que tiene contrato en vigor con la Sampdoria hasta 2019.
Para el zuliano, la clave de su “despertar” goleador está en la confianza que ha depositado en él su actual DT (Masi). “En Portugal no estaba teniendo un buen semestre. Afortunadamente, todo cambió y eso me ayudó bastante en lo motivacional”, agrega.
Rincón le da la mano
Sobre la nueva ciudad que le acoge, Génova, considera que es “muy bonita”, sin negar que lo que más le costó para adaptarse a su llegada fue el idioma. “Pero he mejorado”, matiza. En la capital de Liguria, Ponce constata de cerca la popularidad de la que goza su compatriota Tomás Rincón, mediocampista del Génova, con quien confesó ya haberse reunido para “ponerse al día” del ritmo de vida de esta ciudad portuaria.
“La afición aquí en Génova conoce mucho a Tomás por lo que es y por su carácter para jugar. Siempre que me preguntan si soy venezolano, lo mencionan, y eso me da alegría porque sé que él está haciendo las cosas bien. Es un modelo, quiero seguir sus pasos”.
La Vinotinto es una etapa sin concluir para el zuliano, quien sueña con volver. “Parece que nos falta un poco más de actitud y concentración para afrontar los juegos”, sentencia sobre el inicio de las Eliminatorias. “Trabajo día a día para poder estar y aportar mi granito de arena también”, remata Ponce, anhelando en breve su debut con la selección absoluta.