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La situación del país en crisis mantiene “en cuatro bloques” el servicio de transporte público en la Costa Oriental del Lago. Los usuarios se quejan de la decadencia del servicio en cuanto a la disminución del número de carros por ruta, la condición de las unidades y el incremento desenfrenado de los llamados “carros piratas”. El año finaliza con un aproximado de 70 por ciento de carros paralizados.
La falta de repuestos e insumos, el exceso en los costos para su adquisición y el incumplimiento de los organismos competentes en el abastecimiento de la proveeduría de Transporte, hacen mellas en el sector. Néstor Luzardo, representante de la Federación Nacional de Transporte, aseguró que para julio del año 2015 había 14 mil unidades, año y medio después siguen operativas unas cinco mil unidades para los siete municipios.
“Nos ayudamos con acuerdos con empresas de transporte privado. Eso nos facilita la colocación de buses y busetas. A muchos usuarios no les gusta, pero no tenemos otras opciones. Unidad que se nos daña, unidad que sale de operatividad, porque no hay repuestos ni insumos o porque los que hay están en costos inaccesible para nuestros choferes”.
Para el profesional del volante, las líneas suburbanas y extraurbanas en la subregión están seriamente afectadas. Luzardo, también representante de la línea Cabimas-Maracaibo, informó que de 140 unidades solo cuentan con 90 y de las 20 busetas cuentan con nueve. La situación es similar en todas las rutas de cada municipio.
Peor
En el municipio Cabimas las líneas más caóticas son H-Cabillas y H-Delicias. Ambas trabajaban con 900 carros y ahora solo tienen 180. Alcides Toyo, vocero oficial del sindicato en la localidad, aseguró que en las horas pico reina el colapso por la demanda de usuarios. “Los buses ayudan con la movilización, pero no dan abasto. Hay pasajeros que esperan hasta una hora para llegar a sus destinos”.
El gremio del volante manifestó sus molestias declarándose de brazos caídos. En los meses de abril y octubre se negaron a prestar sus servicios por 24 y hasta 72 horas como medida de presión para exigir insumos y repuestos en la proveeduría. También se quejaron por la inseguridad a la que están expuestos.
En cifras
800 carros piratas asisten a los usuarios de transporte público en Cabimas y Lagunillas
60 chirrincheras circulan en las mencionadas jurisdicciones sin contar con los permisos correspondientes de la municipalidad