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Una buseta de la línea Ulap que cubría la ruta Maracaibo-Machiques, se salió de la carretera e impactó contra un árbol en el kilómetro 61 del sector Madrigal, frente a la hacienda Santa Elena, en Rosario de Perijá. Hubo tres pasajeros muertos y 18 heridos.
Según los rescatistas, el accidente ocurrió a las 2.30 de la tarde. El conductor, Manuel Santamaría, trató de esquivar un hueco, cayó en una de las bateas de la carretera, se le partió la transmisión y perdió el control de la unidad. Los cauchos se deslizaron por el pavimento, húmedo por la lluvia, hasta salirse de la vía e impactar contra una mata de cabima. Se presume que iba a exceso de velocidad.
Dentro del autobús quedaron dos cadáveres y a la morgue ingresó el cuerpo de Freddy Antonio Navarro, de 56 años. Entre los heridos están: Manuel Santamaría, chofer, quien presentó traumatismo torácico fuerte que ameritó su traslado a Maracaibo; Keiry Rosendo, Johan Pérez, María Eugenia González, Ana Parra, Liliana Luengo, Dariana Montiel, Johanna Camacho, Audelia Finol; María Paula Chourio, Marcela Rodríguez, Ríchard Urdaneta (34), Ana Sánchez, Elvis Barroso, Iván Urdaneta (43), Greisil González, de dos meses; Leidy Arroyo y Estefani Mandique.
No se tiene precisión de la cantidad de pasajeros que viajaban en el autobús. No hay una data o un registro. A los sobrevivientes los trasladaron al Hospital de La Villa, al General del Sur y a una clínica.
Cinco camionetas de PDVSA se activaron para el traslado de muertos y heridos hasta La Villa; participaron además el Cuerpo de Bomberos, la Brigada de Rescate y Policía regional y municipal. Los carros no fueron suficientes, hubo que contratar taxistas y vehículos particulares para trasladar a los heridos. Los familiares abarrotaron las emergencias en búsqueda de información.
A las 4.30 de la tarde ingresó la primera víctima al General del Sur, 15 minutos después llegaron dos más, luego otros dos y a las 5.50 de la tarde llegaron otros dos lesionados para un total de siete. Los médicos se prepararon para atender a 14 pacientes. Al cierre de esta edición esperaban el arribo de siete.
En la sala de urgencias había confusión. Los familiares llegaron primero que los heridos, lloraban y dijeron sentirse angustiados por no tener detalles de la salud de sus seres queridos.
María Montiel, mamá de Keily Rosendo (29), contó que su muchacha viajaba con su bebé de dos meses. Ambas están estables, pero al recién nacido necesita llevarlo a otro centro de salud para hacerle una tomografía. "Tiene el cráneo inflamado".
A Joel Pérez lo llamó su hermano Johan Josué Pérez Méndez (21) cuando lo trasladaban en la ambulancia. Solo alcanzó a decirle que le dolían las piernas y los brazos. Esperaba noticias en las afueras del hospital.
Según los parientes, el quirófano estaba colapsado. No podrían atender a los pacientes que estaban por llegar. Todos se preocuparon, querían información, no había quién los ayudara.