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La propaganda electoral de la constituyente, realizada mediante cadenas ilegales a través de los medios de comunicación de los contribuyentes y que presentan a los candidatos llamados “sectoriales” parece una parodia de la Radio Rochela. En primer lugar, ¿en cuál país del mundo y en qué mente cuerda se puede concebir que un pescador, campesino o indígena, pueda redactar una Constitución, en especial, cuando existen profesionales especializados en el tema?.
Estos disparates de igualitarismo retrógrado socialista ocurren, cuando se piensa más con el corazón que con el cerebro, cuando no se entiende que la igualdad ante la Ley no lleva implícito una equivalencia de aptitudes. Que la formación, la destreza y el conocimiento son fundamentales. Que zapatero a su zapato. Es lo que ocurre cuando un chofer de bus lo nombran Presidente sin haber pasado por la escala de valores de rigor. Puede ser que descubra el quinto punto cardinal, pero en política fracasa.
Por otra parte, el indigenismo desbocado propio de lo fantasioso, pasa de lo sublime a lo ridículo con aquello de que los integrantes de los pueblos indígenas serán elegidos de acuerdo a sus costumbres y prácticas ancestrales (¿?). Aunque nada le gana en lo cursi al Ministerio de la Suprema Felicidad Social del Pueblo. Pero eso sí, a los tres diputados indígenas de Amazonas los inhabilitaron para que la Asamblea no tuviera mayoría calificada.
El bestiario nacional es prolífero y muy variado y pareciera que hubiesen escogido los candidatos más patéticos y con mayor carga psicosocial negativa para exhibirlos. El vocabulario es tan pobre como pobres de ideas son sus mensajes.
Una analfabeta funcional se jacta de saber leer gracias a la Misión Robinson. Un pescador pide pescado. El jubilado quiere un hospital para viejitos, un “cara ‘e loco” exige que los CLAP se entreguen fiados y otro pide legalización de la marihuana. La inepcia verbal de un representante de “la banca” no le permitió emitir una sola frase coherente en el minuto de entrevista
Estos pedigüeños ignorantes y populistas son los constituyentistas que nos van a sacar de abajo. A esta elección hay que aplicarle aquello de “se acata pero no se cumple”. Que oiga quien tiene oídos…