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El presidente electo de EEUU, Donald Trump, aprovechó sus vacaciones navideñas en el condado de Palm Beach, en la costa sureste de Florida, para jugar al golf con la estrella Tiger Woods.
Trump y Woods juegan en el International Golf Club, propiedad del magnate neoyorquino, ubicado en West Palm Beach, al norte de Miami, acompañados de dos socios de este club de golf privado, según informó a la revista especializada Golf Digest una fuente cercana al próximo presidente de Estados Unidos.
Stephanie Grisham, portavoz del equipo del magnate, explicó a los medios que no está definido cuántos hoyos jugarán el político y la estrella, pero anticipó que la partida puede durar hasta cuatro horas.
Trump siempre se ha mostrado como un admirador del legendario golfista y, en varias ocasiones, le animó con mensajes a través de la red social de Twitter a que regresase a la competición, desde que el deportista anunciara en 2015 su retirada indefinida del golf hasta no recuperar su mejor nivel.
El presidente electo y el deportista, que tiene su residencia en el sur de Florida, han trabajado además juntos en el diseño de un campo de golf en el emirato de Dubai.
En varias ocasiones, Trump ha criticado al presidente estadounidense, Barack Obama, por jugar al golf en vez de dedicarse a gobernar el país.
Así, en agosto pasado, el millonario republicano instó a Obama a que interrumpiera sus vacaciones y el golf para visitar el estado de Luisiana, que sufrió entonces graves inundaciones, y en una ocasión llegó a decirle que el presidente jugaba más a este deporte que el propio Woods.
Hace tres años, Obama jugó al golf con Woods en el club The Floridian, en el estado Florida.
Trump se encuentra desde este lunes en el exclusivo club de su propiedad Mar-a-Lago, en el condado floridano de Palm Beach, para pasar la Navidad, aunque también aprovecha estas jornadas para entrevistarse con posibles candidatos a entrar en su Gabinete.