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El Primer Mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump sigue el ejemplo de sus predecesores de la presidencia, al evitar usar el término “genocidio” ante la tragedia ocurrida en el año 1915, donde el imperio turco asesinó aproximadamente un millón de civiles armenios.
"Me uno a la comunidad armenia en Estados Unidos y en todo el mundo de luto por la pérdida de vidas inocentes y el sufrimiento soportado por tantos", declaró Trump en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
El mandatario pidió, además, "recordar atrocidades" como esa matanza de 1915 "para evitar que vuelvan a ocurrir", al elogiar los esfuerzos de turcos y armenios para "reconocer y lidiar con la historia dolorosa, un paso crítico hacia la construcción de los cimientos para un futuro más justo y tolerante".
Anteriores presidentes estadounidenses, entre ellos el inmediato predecesor de Trump, Barack Obama, rehusaron también usar el término "genocidio" al referirse a lo ocurrido en 1915.
En 2008, al comienzo de su campaña por la Presidencia, el entonces senador Obama se refirió a la masacre de 1915 como un "genocidio" y prometió reconocerlo como tal de llegar a la Casa Blanca.
Sin embargo, en 2010, la Casa Blanca intervino para evitar que un comité del Congreso de EEUU calificara de "genocidio" la matanza.
Turquía, uno de los principales aliados de EEUU en la OTAN y en asuntos como el conflicto sirio y la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (EI), se opone también a definir como un "genocidio" la masacre de cientos de miles de armenios.