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A Gandy Alhayari Nasser (30), un comerciante de origen sirio lo mataron dentro de su casa número 12-45A, en la avenida 12 del sector Sierra Maestra. El cadáver lo encontraron dentro de su habitación ayer en la mañana, en ropa interior y con dos impactos de bala en el pecho. Para los allegados de la víctima, la situación se tornó extraña cuando la Policía de San Francisco halló su camioneta Tahoe gris, placa AC703YV, en la urbanización San Felipe, al sur de la ciudad.
Sus amigos explicaron que la preocupación comenzó cuando Alhayari no atendía las llamadas de la Policía para notificarle que su vehículo había sido rescatado, el jueves. “Él nunca dejaba su camioneta sola y mucho menos dejaba las llamadas perdidas”, indicaron. La comunidad estaba confundida, pues comentaron que no escucharon las detonaciones ni vieron a los asesinos.
“Para nosotros, fueron varios hombres los que llegaron a la casa de Gandy. Unos, seguramente, le quitaron las llaves de la camioneta y le subieron todo el volúmen al reproductor, otro tuvo que entrar y dispararle. Creemos que por la música tan alta no escuchamos los tiros”, expresó un vecino y allegado de la familia. Se presume que el homicidio ocurrió el pasado jueves a las 11.00 de la noche.
Por otra parte, según fuentes policiales trascendió que los implicados en el crimen chocaron la camioneta de Alhayari y bajaron de allí a una persona para subirla a otro vehículo. Además, no descartan la posibilidad de que el comerciante conocía a sus atacantes e incluso, que entraran con él a su residencia, debido a que las cerraduras no presentaron signos de violencia. Los sabuesos indicaron que al occiso le robaron prendas, un televisor, dinero y su teléfono celular. Por esta razón los detectives aún no han concretado el móvil del hecho, aunque se rumoró que el motivo de su asesinato podría ser una venganza.
La comunidad se aglomeró, junto a la familia y amigos de Alhayari, a las afueras de la vivienda, los vehículos policiales cerraron el paso y desplegaron el equipo de investigación alrededor del recinto, para recolectar las evidencias. La calle 12 de Sierra Maestra se llenó de malestar, Alhayari creció en esa casa y fue allí, justo en su habitación, donde lo ultimaron.
Se conoció que Alhayari también era prestamista, vivía solo en casa de sus padres y tenía dos hijos, quienes vivían con su madre.
Polisur y la Policía científica se aproximaron al lugar del hecho para levantar el cadáver.