Rafael
Cuando el país vive una crisis de valores y se ha degradado tanto la calidad humana e intelectual de quienes nos gobiernan, el centenario del nacimiento del doctor Rafael Caldera no puede pasar desapercibido para los venezolanos. Este destacado compatriota nacido en San Felipe, estado Yaracuy el 24 de enero de 1916, es sin lugar a dudas, uno de los venezolanos más destacados del siglo XX. Nacido en familia modesta de la provincia, donde cursó su educación primaria, pronto se destacó en la capital de la República, donde dentro de grandes limitaciones, realizó su educación media y superior, a la que ingresó a los 16 años.
A la muerte de JV, Gómez hizo su aparición en la vida política con la creación de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), germen de un nuevo movimiento ideológico en Venezuela, esgrimiendo la bandera del derecho al pluralismo. Ya para ese momento, tenía claros los postulados de la doctrina social de la Iglesia y la necesidad de aplicarlos en la política, además de haber ganado un premio en la Academia Venezolana de la Lengua con su obra sobre Andrés Bello, apenas con 19 años. Desde 1936 comienza a incursionar en el campo del Derecho del Trabajo hasta convertirse en una autoridad en la materia a lo largo de su vida. Hace 70 años fundó un partido de inspiración socialcristiana (Copei), que jugó papel fundamental en la política venezolana del siglo XX y en la instauración de la democracia.
Caldera fue un intelectual de obra basta, brillante profesor universitario, parlamentario como pocos, y Presidente de la República en dos ocasiones. Pero más allá de todo eso, fue un hombre hecho de una sola pieza, al que se respetaba, aún sin estar de acuerdo con sus puntos de vista en algunas ocasiones. Como hombre público tuvo aciertos y errores, pero en el balance de sus ejecutorias, el saldo fue ampliamente positivo. Su vida fue un ejemplo de entrega a un ideal, por el que luchó con honestidad, capacidad, amplitud, constancia y profundo amor por su país.
A 100 años de su nacimiento, es de justicia reflexionar sobre su trayectoria al servicio de la democracia, la libertad y la construcción de una República Civil. Rafael Caldera Rodríguez, es un verdadero “molde para la fragua” de los venezolanos del presente y del futuro. Es un héroe civil de la América Latina del que los venezolanos debemos sentirnos orgullosos, a un siglo de su nacimiento.